Mundo Profesional
Cada 6 de agosto se celebra en Argentina el Día del Veterinario, una fecha que conmemora la llegada de la medicina veterinaria al país y pone en valor el rol clave que cumplen estos profesionales en la sociedad. La efeméride recuerda la inauguración de la primera carrera de Veterinaria en el país, el 6 de agosto de 1883, como parte del Instituto Agronómico Veterinario de Santa Catalina, ubicado en la provincia de Buenos Aires. A partir de entonces, la figura del veterinario fue consolidándose como un eslabón indispensable en el entramado sanitario, productivo y ambiental del país.
Aunque tradicionalmente se ha vinculado al veterinario con la atención clínica de animales de compañía o de producción, su campo de acción se ha transformado y diversificado con el paso del tiempo. En los últimos años, el concepto de Una sola salud —que reconoce la estrecha relación entre la salud humana, animal y ambiental— ha redefinido el rol de estos profesionales, ubicándolos en el centro de múltiples políticas sanitarias globales.
Los veterinarios hoy no solo cuidan el bienestar animal, sino que también tienen un papel estratégico en la seguridad alimentaria, el control de enfermedades zoonóticas (aquellas que se transmiten de animales a humanos), la gestión de emergencias sanitarias, el monitoreo de la resistencia antimicrobiana y la protección de los ecosistemas. Además, muchos se desempeñan en áreas de docencia, investigación científica, desarrollo biotecnológico, producción ganadera sustentable, legislación sanitaria y gestión pública.
En este contexto de desafíos globales como el cambio climático, las pandemias y las nuevas demandas éticas de la sociedad respecto al trato hacia los animales, el trabajo de los veterinarios cobra un nuevo protagonismo. Su formación científica, su capacidad de intervención interdisciplinaria y su compromiso con la salud integral los posiciona como agentes fundamentales para promover un futuro más saludable, equilibrado y sostenible.
El Día del Veterinario es, entonces, mucho más que una efeméride: es una oportunidad para reconocer una profesión en constante evolución, que trasciende el consultorio y se involucra activamente en los grandes temas que afectan a la humanidad.
