El Colegio de Martilleros Departamento Judicial La Plata puso en marcha un ciclo de charlas destinado a analizar el impacto y las oportunidades que ofrece la Inteligencia Artificial (IA) en la actividad profesional. Las primeras exposiciones, a cargo del Arquitecto Daniel López Seoane, se realizaron en la ciudad de Saladillo y continuarán recorriendo cada una de las localidades que integran la institución.
Durante su presentación, Seoane subrayó que la Inteligencia Artificial “llegó para quedarse” y que desentenderse de estas nuevas tecnologías puede significar quedar relegado en un mercado inmobiliario cada vez más competitivo. En este sentido, explicó que la IA está transformando la manera en que los consumidores acceden a la información: “Hoy el interesado en cinco minutos puede obtener una perspectiva completa de la zona, el barrio, las características del inmueble y otras particularidades”.
No obstante —advirtió—, este acceso ilimitado genera un exceso informativo que puede confundir a quienes buscan una propiedad. Allí, señaló, cobra mayor relevancia la figura del martillero y corredor público: “Frente a esa ventaja informativa que muchas veces aturde, se necesita un profesional que filtre y elimine ruidos para tomar decisiones acertadas. El martillero que sepa leer, interpretar y transformar esa información en valor agregado será quien se destaque”.
Seoane remarcó además que la denominada “inteligencia artesanal” no desaparecerá. Por el contrario, consideró que la IA potenciará la labor profesional: quienes se adapten y comprendan estas herramientas ampliarán sus capacidades, mientras que quienes las desconozcan enfrentarán mayores limitaciones en sus operaciones inmobiliarias.
Como conclusión, el especialista afirmó que la Inteligencia Artificial “nos brindará la información, el camino y el objetivo”, pero será indispensable el acompañamiento profesional para atravesar los desafíos del proceso y alcanzar resultados concretos. “Para llegar a la meta —expresó— seguirá siendo necesaria la intervención de un martillero preparado, capaz de resolver los problemas del trayecto y de sostener un vínculo estrecho y personal con el cliente”.
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