El Centro de Ingenieros de Olavarría emitió un comunicado para manifestar su preocupación por la situación a la que ha llegado la obra del edificio para el futuro polo judicial de esa ciudad, que a 18 meses de anuncios grandilocuentes se encuentra suspendida por varias dificultades, que van desde la falta de pago de los certificados a la rescinción del contrato a la empresa ejecutora.
La obra «fue promocionada y publicitada como ejemplo de la gestión pública, progreso y usina de empleo para más de 200 personas de modo directo y otras tantas de modo indirecto. Decenas de comercios de variados rubros, como corralones, ferreterías, casa de seguridad, rotiserías, supermercados, inmobiliarias, kioscos, agencias de remises y otros, se encontraron beneficiados por la magnitud, tipo y la dinámica de la obra», recordaron los profesionales.
Agregaron que «una grúa de gran envergadura, sistemas constructivos de última generación, muy variado equipamiento de punta, tiempos de construcción records, eran algunas de las características de la obra y quienes la ejecutaban», por lo que el anuncio había llenado de entusiasmo a los ingenieros locales, que lograron desandar algunas críticas que también tuvo el proyecto.
Sin embargo «hoy, 18 meses después y luego de muchos de estar suspendida por diversas dificultades, entre ellas, el no pago de certificados aprobados, se vuelven a ver los equipos funcionar, ya no para avanzar, sino para desarmar y desmantelar lo poco que queda de ellos y para la carga de materiales que no se usaron. La empresa ejecutora se va. La Provincia le rescindió el contrato».
Ante esta situación, desde la entidad que nuclea a los profesionales se preguntaron quien se hará cargo del saneamiento del espacio público, que incluye veredas y zonas circundantes al edificio, quien reaizará el mantenimiento del edificio, que se encuentra en un estado de avance importante y sobre todo, quién tendra a su cargo la seguridad del futuro polo judicial.
«¿Existe la posibilidad de reiniciar tareas y encauzar la obra hacia su posible culminación? ¿Qué costos son mayores, los de la paralización o los de su continuidad?. ¿Hay un plan para paliar el pasivo ambiental generado por esta obra inconclusa?.
¿Tenía esta obra un estudio de impacto ambiental correctamente realizado por profesionales idóneos que incluya un plan de saneamiento con una batería de medidas para mitigar los efectos?», son otras de las preguntas que se hacen ls ingenieros locales, sin que por el momento las autoridades provinciales, municipales y/o judiciales puedan dar una respuesta.
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