Aclaran que «es una violencia más allá de lo obstétrico” y que interviene todo el sistema de salud

26/11/2015
Violencia Obstétrica

La vicepresidenta del Colegio de Obstétricas de la Provincia de Buenos Aires, Sandra Zapiola, dialogó con Mundo Profesional acerca de la llamada ‘violencia obstétrica’ y el análisis que se hace desde la institución que representa sobre el tema.

En ese sentido, aclaró: “No nos gusta utilizar el término violencia obstétrica, porque la violencia es en muchas formas, en el trato a la mujer que concurre a un servicio de atención de su salud, llámese de parto, de control de embarazo, de la consulta que implica a la mujer, a la pareja y a la familia”.

Asimismo, destacó: “Hace más de 20 años que trabajo en esto y es cierto que hay cosas que se han naturalizado, ya sea en el sector público como en el privado”, y sostuvo: “Estoy en desacuerdo en el concepto general de que una mujer cuando va a tener a su bebé va a ser vulnerada, cacheteada, maltratada”.

En el mismo aspecto, subrayó: “A la palabra obstétrica la  gente la relaciona con el contexto del profesional, por eso planteamos que es una  violencia que va más allá de la palabra obstétrica, la tomamos como la violencia que se ejerce a la mujer, ya sea en el periodo de fertilidad, control de embarazo, consulta o parto y a la violencia que se ejerce a su pareja y familia que acompaña este proceso”, y añadió: “Se le llama violencia obstétrica porque toca la parte de la obstetricia”.

Además, Zapiola afirmó: “No estamos en acuerdo con situaciones violentas y la indiferencia también es violencia.

Hay que remontarse a la historia y el proceso del parto que siempre fue algo natural, se fue institucionalizando y lamentablemente caemos en situaciones fundamentalistas”, y agregó: “Es cierto que la mujer y el niño que está por nacer, tienen derechos y les tenemos que brindar lo mejor”.

Teniendo en cuenta que la Organización Mundial de la Salud informó que sólo el 12% de los partos necesitan de cesárea y los datos arrojan que en el ámbito público son del 40% y en el privado, entre el 60 y el 90%, manifestó: “Se está replanteando y te podría dar miles de fundamentos por lo que estos porcentajes están en estos números. La realidad es que desde el profesional obstétrico, estamos trabajando y hay un logro de disminución muy importante desde el proceso de la cesárea al parto natural”, al tiempo que comentó: “Hay muchas situaciones en que las mujeres piden de que prefieren una cesárea y no un parto natural”.

Consultada acerca de la influencia del factor económico en la cuestión, explicitó: “Por ejemplo en el hospital público, nosotros son cobramos por parto o por cesare, cobramos nuestro trabajo. En lo privado, sé que los honorarios que se manejan no difieren el valor sino que pasa por otras cuestiones”.

“Nosotros para hacer una cesárea tenemos que tener un diagnóstico, que la vida de la madre y del niño corren riesgo, y la vía necesaria es la cesárea”, agregó la referente.

Por otra parte, comentó: “Yo soy profesora en la Licenciatura de Obstetricia en la UCALP y trabajamos con los alumnos en la práctica, en el lugar de nuestro trabajo, en el abordaje de la mujer y el modelo que nosotros tomamos es trabajar en esto, una obstetra se va a formar desde ese lugar”, al tiempo que remarcó: “Las currículas trabajan desde antes que se reglamentase esta ley, en entender los procesos de los partos, los derechos, concientizamos a nuestros alumnos y queremos cambiar un modelo de usos y costumbres hegemónicos”.

Para cerrar, Zapiola recalcó la parte del contexto físico al momento del parto: “Lo material también es importante. La mujer es violentada cuando está en una sala y tiene derecho a tener una cama y sábanas en condiciones, agua y luz en el baño; y si el niño no nace en término también tiene derecho a ser asistida por profesionales idóneos”, y concluyó: “El paradigma se viene cambiando”.