Mundo Profesional
Con virtudes y defectos, los créditos subsidiados del programa PROCREAR representaron indudablemente una fuente de trabajo significativa para los arquitectos. En este sentido, las expectativas sobre la continuidad de la operatoria o la eventual sustitución por otras iniciativas que activen la construcción de viviendas, «representan una problemática de indudable interés para la matrícula», dicen desde el CAPBAUNO.
Las primeras señales al respecto dan cuenta de líneas orientadas sólo a la compra de viviendas construidas y la aparición de operatorias nuevas algo más restrictivas en cuanto a las condiciones de acceso para los beneficiarios.
Paralelamente, existen numerosos proyectos individuales y colectivos oportunamente presentados, que por razones de distinta naturaleza no alcanzaron a completar las exigencias formales y hoy se encuentran paralizados en cuanto a las adjudicaciones de los créditos. En estos casos, existe una gran incertidumbre para los propietarios y profesionales involucrados. Sumado a que en el período precedente las acciones del Estado se canalizaban exclusivamente a través del Banco Hipotecario, mientras que en la actualidad la oferta se habría ampliado a otras entidades financieras.
«Realizando un resumen de las situación, podemos dar cuenta fundamentalmente de la existencia de mucho trascendido periodístico y poca o desordenada información oficial. Por cual el CAPBAUNO ha iniciado diversas gestiones tendientes a obtener precisiones sobre las operatorias para la difusión y el asesoramiento de los profesionales, como se hizo desde la puesta en vigencia del programa», remarcaron los arquitectos desde su web.
Por otra parte, conscientes de la trascendencia de reactivar lo antes posible líneas de crédito para construcción y refacción de viviendas para alimentar el trabajo profesional y el círculo virtuoso de la actividad, se procura llegar a los niveles de decisión no sólo con este reclamo, sino con propuestas técnicas para subsanar los errores de implementación del pasado.
