«Hasta ahora la administración de trastuzumab era intravenosa y su infusión demandaba de 30 a 90 minutos, mientras que la nueva versión subcutánea demanda apenas de dos a cinco minutos, por lo que no sólo aumenta la eficiencia de los centros sanitarios sino que además deja más tiempo libre a los pacientes», afirmó a Télam la directora médica de la empresa farmaceútica Roche, Sandra Horning.
«Considero que una versión subcutánea de cualquier medicación que reemplace la endovenosa te alivia totalmente por varias cuestiones: el tema de los tiempos, porque la preparación ya te pone nerviosa, que tengan que buscarte la vena, el golpecito en el brazo; en mi caso particular yo desde que soy chica le tengo fobia a las agujas», contó a Télam Elena Simkin, una paciente oncológica de 39 años.
«Cada vez que iba era un estrés, por suerte tengo una enfermera que es una genia, que la quiero nombrar: se llama Ester, y me tuvo muchísima paciencia. Es importante hacerle caso a los médicos y hacer el tratamiento que a uno le proponen, poniendo la mente en positivo», afirmó.
«El mismo paciente siente la diferencia entre la preparación, el tiempo de administración, de espera y de estadía en el hospital de día cuando recibe la vía subcutánea y no puede creer los beneficios. Cuando reciben la aplicación dicen: '¿Esto es así?, ¿ya está?, ¿ya estoy libre?, ¿puedo seguir con mi vida cotidiana?'. Eso los maravilla y se adhieren mucho más al tratamiento», señaló en diálogo con Télam.
«La vía subcutánea es más fácil, rápida y segura, y en nuestro caso, dado el importante volumen de pacientes que manejamos, optimizará claramente los tiempos del hospital de día», aseguró.