Brechas que persisten: las mujeres profesionales ganan 39% menos que los varones

29/10/2025
Informes

Aunque son mayoría en las universidades y lideran la formación de posgrado, las mujeres profesionales continúan enfrentando una desigualdad salarial estructural. El informe CGP 2025 confirma que ellas ganan, en promedio, un 39% menos que sus colegas varones.

El relevamiento nacional de la Confederación General de Profesionales (CGP) vuelve a poner en evidencia una inequidad que atraviesa todos los ámbitos del trabajo profesional: las mujeres, a pesar de su mayor nivel educativo, reciben ingresos sustancialmente menores que los varones.

De acuerdo con los resultados de la encuesta —que incluyó a más de 6.500 profesionales de distintas provincias y disciplinas—, los varones perciben una mediana salarial de $1.900.000 mensuales, mientras que las mujeres apenas alcanzan los $1.200.000. La diferencia, del 39%, se mantiene prácticamente igual desde 2023, lo que indica que no hubo avances significativos en materia de equidad económica dentro del sector.

A primera vista, el dato resulta paradójico: las mujeres son mayoría entre las graduadas universitarias y presentan una mayor tasa de formación de posgrado. Según el estudio, el 80% de quienes realizaron estudios de especialización o maestría en los últimos cinco años son mujeres, frente al 65% de los varones. Sin embargo, esa formación adicional no se traduce en una mejora proporcional en sus ingresos ni en mayores oportunidades de liderazgo.

El informe destaca que las mujeres se concentran en áreas de desempeño públicas o mixtas, donde las escalas salariales son más rígidas y los ingresos tienden a ser menores. Los varones, en cambio, predominan en sectores privados y técnicos, especialmente en ingeniería, tecnología, economía y consultoría, ámbitos donde los honorarios y las remuneraciones son más altos.

A esto se suma un fenómeno persistente: la doble carga laboral. Muchas profesionales sostienen extensas jornadas que combinan empleo formal, trabajo independiente y tareas domésticas no remuneradas. Esa sobrecarga repercute en la posibilidad de acceder a cargos jerárquicos o asumir mayores responsabilidades.

“Las mujeres trabajan más horas en total —sumando empleo y tareas de cuidado—, pero su jornada remunerada sigue siendo menos reconocida. La desigualdad no se debe sólo al mercado, sino también a los sesgos culturales que condicionan las trayectorias profesionales.”
— Extracto del Informe CGP 2025

El acceso a posiciones de decisión también muestra una brecha notoria: solo una de cada tres mujeres profesionales ocupa cargos de jefatura, dirección o conducción, mientras que entre los varones ese porcentaje asciende al 51%. En profesiones tradicionalmente feminizadas —como docencia, enfermería, psicología o trabajo social—, los puestos de mayor jerarquía siguen concentrados en manos masculinas.

El estudio advierte, además, que las brechas de género no se limitan al salario: se extienden a las condiciones de contratación, la estabilidad laboral y las posibilidades de desarrollo de carrera. Por ejemplo, las mujeres declaran en mayor proporción haber tenido que aceptar contratos temporales o tareas sin aportes previsionales, lo que repercute en su seguridad social futura.

Frente a este panorama, el informe propone avanzar en políticas de equidad más concretas dentro de las instituciones profesionales. Entre las medidas sugeridas figuran la revisión de escalas de honorarios con perspectiva de género, la promoción de espacios de liderazgo femenino y la implementación de observatorios de equidad que permitan monitorear avances reales.

La brecha salarial entre mujeres y varones profesionales no es una cifra aislada: es el reflejo de una estructura laboral que aún distribuye de manera desigual el reconocimiento y la retribución del trabajo. Lograr que la igualdad deje de ser un discurso y se transforme en una realidad efectiva sigue siendo, para el mundo profesional argentino, una deuda pendiente.