Cada 2 de octubre se celebra en Argentina el Día del Escribano, una fecha dedicada a reconocer la labor de estos profesionales que desempeñan un rol esencial en la sociedad, garantizando la seguridad jurídica y la transparencia en una amplia variedad de actos legales.
Se celebra el 2 de octubre en conmemoración de la festividad de San José de Cupertino, quien es considerado el patrono de los escribanos. Fue un fraile franciscano conocido por su dedicación y humildad, y la tradición católica lo vincula como protector de quienes, como los escribanos, deben prestar atención a los detalles y garantizar la rectitud en su trabajo.
En la Provincia de Buenos Aires, el Colegio de Escribanos cumple una función central no solo en la regulación y el control de la actividad notarial, sino también en la defensa de los derechos de la ciudadanía y en la promoción de valores éticos dentro de la profesión.
El Escribano: Pilar de la Seguridad Jurídica
Los escribanos son los encargados de otorgar fe pública a través de la redacción de escrituras y documentos notariales que implican importantes actos jurídicos, como compraventas, testamentos, constitución de sociedades y poderes, entre otros. Su intervención asegura que los acuerdos entre las partes sean claros, respeten la ley y queden debidamente documentados, brindando una protección indispensable tanto para individuos como para empresas.
En este sentido, el Colegio de Escribanos de la Provincia de Buenos Aires juega un papel clave en el control de la matrícula y en el cumplimiento de las normativas que regulan la profesión. Además, la institución se encarga de la capacitación continua de los escribanos, promoviendo buenas prácticas y actualizaciones en legislación, tecnología y ética profesional.
El Colegio de Escribanos de la Provincia de Buenos Aires no solo regula el ejercicio profesional, sino que también actúa como garante de la calidad y transparencia de los actos notariales. A través de su labor, se busca fortalecer la confianza en el sistema notarial, lo que redunda en una mayor seguridad jurídica para la población.
Entre las principales funciones del Colegio se encuentran:
Control y regulación del ejercicio profesional, asegurando que los escribanos cumplan con las normativas vigentes.
Capacitación permanente, a través de cursos y seminarios que actualizan a los profesionales en temas legales, tecnológicos y éticos.
Asesoramiento a los ciudadanos, ofreciendo orientación sobre los trámites notariales y velando por la protección de sus derechos en los actos jurídicos.
Defensa de los derechos profesionales, representando a los escribanos ante autoridades y promoviendo la valorización de su labor en la sociedad.
En un contexto en el que la tecnología avanza y las formas de documentar actos jurídicos se diversifican, el rol del escribano sigue siendo fundamental. Su capacidad para adaptarse a los cambios sin perder de vista su misión de otorgar seguridad jurídica es un valor agregado que la sociedad sigue apreciando.
El Colegio de Escribanos de la Provincia de Buenos Aires ha sido pionero en la incorporación de herramientas digitales para agilizar y modernizar los procesos notariales, garantizando que la transformación digital respete los altos estándares de calidad que requiere la profesión.