CAPBAUNO presentó el balance económico que refleja el impacto de la pandemia

09/11/2020
Arquitectos

El Distrito Uno del Colegio de Arquitectos (CAPBAUNO) presentó un informe que resume el resultado del ejercicio económico comprendido entre el 1 de octubre de 2019 y el 30 de septiembre de 2020, en el que se refleja el impacto que tuvo para la institución la parálisis de la actividad como consecuencia de la Pandemia de COVID-19 y el repunte que comenzó a evidenciarse ante la reapertura de la construcción.

El balance general muestra que a pesar del déficit producido por la merma en los ingresos, la entidad finaliza el ejercicio «sin que queden pendientes deudas de ninguna naturaleza y atendiendo los aumentos previstos por Convenio de UTEDYC con los empleados de un 20%».

Vale recordar que los recursos previstos en el presupuesto de funcionamiento aprobado con proyecciones pre pandemia, estimaban un ingreso de dinero para el ejercicio en el orden de los 63,5 millones de pesos, a través de la recaudación por matrícula ($9,7 millones), Cuota de Ejercicio Profesional (47,5 millones), timbrados (2,7 millones) y otros ingresos varios por cursos, publicidad y demás ítems ($1.4 millón), lo que representaba una suba del 23% respecto del período anterior.

Sin embargo la paralización de las obras en ejecución y la inexistencia de nuevos permisos de obra en la mayor parte de las localidades agrupadas en el distrito uno durante casi 7 meses, trajo aparejada una natural reducción de la recaudación como consecuencia de la falta de trabajo.

Desde el Colegio resaltaron que «dicha merma no fue tan evidente en relación a la matrícula, que fue sostenida con gran esfuerzo de los profesionales (-17%), pero si agudamente se evidencio en la recaudación por CEP y timbrados (-40% y -56% respectivamente), pese al importante repunte producto de los anuncios de apertura de la actividad constructiva en el mes de Septiembre. De tal modo, la baja en comparación a lo estimado estuvo en el orden del 30%.

Ante ese escenario las autoridades definieron un el drástico recorte en el gasto, tanto en el de orden político como la reducción temporal de sueldo pautada con el personal administrativo (aprox. -25%) y  la adhesión al Programa Nacional de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) -que permitió sostener un porcentaje compensatorio  de los salarios más bajos de la planta estable de personal, y reducir de manera sensible los gastos que sumaron 45 millones de pesos, es decir 18,5 millones menos de los proyectados.

Pero además, desde el Colegio remarcaron que la situación evidenció la necesidad de repensar la estructura de financiamiento porque «la relación matrícula /CEP se ha ido desdibujando con el correr del tiempo, representando este último el principal medio recaudatorio institucional y años como el presente muestran su carácter excesivamente volátil y dependiente del nivel de actividad, como para ser considerado un “recurso ordinario” para el sostén económico».

«Por ello sostenemos la idea de “rebalancear” esa ecuación, con un mismo resultado final pero bajando la alícuota del CEP y subiendo la matrícula a valores más acordes con los detentados por otras profesiones, con el objetivo de otorgar mayor previsibilidad al financiamiento de nuestras actividades», indicaron las autoridades.