Mundo Profesional
La Confederación Farmacéutica Argentina (COFA) emitió un duro comunicado en el que rechaza el mega DNU del presidente Javier Milei y advierte que «se quiere insistir con un modelo probadamente fallido que pretende desprofesionalizar la farmacia, quitándole su esencia como centro de salud».
«La profesión farmacéutica ha sido profundamente afectada y gravemente agredida por el Decreto de Necesidad y Urgencia 70/23 emitido ayer por el Poder Ejecutivo. Esta medida pone en riesgo la salud de la población y el acceso de todos a los medicamentos», remarcaron desde la entidad profesional.
La desregulación que implementó Milei habilitó «la venta de medicamentos de venta libre en la vía pública, los kioscos, y cualquier otro comercio» en flagrante contradicción con las leyes sanitarias que reconocen a la farmacia y a los farmacéuticos como efectores de salud en el territorio.
Desde COFA indicaron que la medida interpreta que «un medicamento de venta libre no es un medicamento», lo que lo convierte en mera mercancía en lugar de «un producto farmacéutico que debe respetar debidas condiciones de mantenimiento y almacenamiento, y cuya administración responde a la de cualquier otro medicamento, que consumido en dosis no adecuadas puede causar gravísimas consecuencias a la salud de las personas».
«Con ello abre nuevamente la puerta en la Argentina a la circulación de medicamentos falsos y adulterados, poniendo en serio riesgo la salud de las personas, como también ya ocurrió en la década del ‘90», remarca el comunicado y agrega que «mediante el DNU se permite que cualquier persona sin título habilitante pueda estar a cargo de la farmacia. Es decir que no habrá un profesional que garantice, bajo su responsabilidad, la calidad, origen y seguridad de los medicamentos que se dispensan».
Además «el DNU permite la propiedad de las farmacias en manos de sociedades anónimas cuyo único objetivo es hacer negocio. Desaparecerán entonces las regulaciones que aseguran la supervivencia de las farmacias instaladas lejos de zonas céntricas, en los barrios y localidades más pequeñas. Además, mediante el DNU se permite irresponsablemente que las droguerías dispensen medicamentos, rompiendo el canal virtuoso de laboratorio-droguería-farmacia que ha hecho del sistema farmacéutico argentino un ejemplo para nuestro continente, interpretando que la farmacia es un mero intermediario y no un establecimiento sanitario a cargo de un profesional de la salud, que no solo dispensa, sino que brinda servicios profesionales y es parte del sistema sanitario».
«La farmacia argentina es un ejemplo de eficacia sanitaria para el mundo y este DNU pretende convertirla en un mero comercio, al servicio de la voracidad económica de unos pocos, y que el medicamento deje de ser un bien social para pasar a ser un objeto de consumo, al que algunos argentinos puedan acceder y otros no», concluye el mensaje de la COFA.
