El Colegio de Kinesiólogos de la Provincia de Buenos Aires (CoKiBA) lanzó una nueva capacitación en colaboración con el Instituto Nacional de Medicina Aeronáutica (INMAE) para formar a sus profesionales en el acompañamiento de pacientes durante traslados aéreos. Esta iniciativa, inédita en el campo de la kinesiología, ya ha graduado a 50 kinesiólogos especializados en vuelos sanitarios, y se están realizando gestiones para que el Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias bonaerense (SIES) también incorpore a estos expertos.
Ignacio Ciarla, un kinesiólogo con más de 10 años de experiencia en terapias intensivas, fue pionero en esta área. Durante la pandemia de COVID-19, muchos kinesiólogos respiratorios se vieron obligados a trabajar en ámbitos fuera de lo común, lo que destacó su importancia y habilidades. Ciarla, trabajando junto a un médico en vuelos sanitarios, participó en el traslado de un paciente ventilado mecánicamente desde La Paz (Bolivia) hasta Martinica. Esta experiencia reveladora impulsó la creación de una capacitación específica para los kinesiólogos en este campo.
CoKiBA, en conjunto con la Fuerza Aérea Argentina, desarrolló un curso de aeroevacuación que ahora certifica a los kinesiólogos para participar en equipos de salud durante vuelos sanitarios. Esta formación cubre una amplia gama de conocimientos, desde los efectos de la altura en pacientes hasta el manejo de patologías durante el vuelo y el trabajo en equipo en situaciones hostiles. La capacitación es intensiva, con una duración de tres meses o 110 horas cátedras, y requiere que los participantes tengan al menos cinco años de experiencia en áreas respiratorias de terapias intensivas.
El curso es esencial para garantizar la seguridad y el bienestar de los pacientes durante traslados aéreos, que a menudo se realizan debido a la urgencia o las distancias extremas involucradas. Estos vuelos pueden ser operados por entidades públicas o privadas, y el tipo de avión varía según la complejidad del paciente, desde pequeños aviones hasta jets de gran envergadura adaptados para servicios sanitarios.
La coordinación de un traslado sanitario implica una planificación meticulosa. El 80% del trabajo se realiza en tierra, seleccionando cuidadosamente al equipo, evaluando el estado del paciente y asegurando que todos los materiales necesarios estén a bordo. Un traslado exitoso no solo significa llegar sin complicaciones, sino también estar preparados para cualquier eventualidad con equipos médicos de respaldo.
Ciarla recuerda casos desafiantes, como el traslado de una paciente ventilada de contextura grande en un avión con espacio limitado, o un vuelo en medio de una tormenta eléctrica donde un paciente entubado comenzó a no responder a la medicación de sedación. Estas experiencias subrayan la necesidad de una formación específica y la capacidad de resolver problemas con precisión en situaciones extremas.
La formación también incluye la preparación de la tripulación, que a menudo no está acostumbrada a manejar situaciones médicas complejas. Esto asegura que todo el equipo esté listo para cualquier eventualidad durante el vuelo.
A nivel internacional, la figura del kinesiólogo respiratorio no está universalmente reconocida, pero con esta nueva certificación, los kinesiólogos argentinos están bien preparados para realizar traslados sanitarios en cualquier parte del mundo. La historia clínica internacional que se lleva durante estos traslados garantiza que todos los datos del personal sanitario estén disponibles y actualizados, facilitando la colaboración en diferentes países.
El esfuerzo del CoKiBA para formar kinesiólogos en esta especialización no solo amplía las competencias de estos profesionales, sino que también mejora significativamente la calidad y seguridad de los traslados sanitarios, beneficiando a pacientes y sistemas de salud por igual.
Mundo Profesional
