Mundo Profesional
Desde este jueves 2 de enero de 2025, la receta electrónica entra en vigencia en todo el país, marcando un antes y un después en el sistema de prescripción de medicamentos. Esta innovación, impulsada por el Ministerio de Salud de la Nación a través del Decreto 345/2024, establece que todos los profesionales de la salud deben utilizar plataformas registradas en el Registro Nacional de Plataformas Digitales Sanitarias (ReNaPDiS) para emitir las recetas.
La implementación de la receta electrónica busca modernizar el sistema sanitario, mejorando la comunicación entre pacientes, médicos y farmacias. «Esta medida tiene como objetivo optimizar el acceso a la salud, garantizando una prescripción más segura y eficiente», destacó un portavoz del Ministerio de Salud.
Para que una receta electrónica sea válida, debe incluir los siguientes datos:
- Del profesional de la salud: Nombre, matrícula, especialidad, domicilio y profesión.
- Del paciente: Nombre completo, DNI, sexo, fecha de nacimiento y obra social.
- Del medicamento: Nombre genérico, presentación, forma farmacéutica y cantidad de unidades. Si el profesional lo considera necesario, también puede incluir el nombre comercial del medicamento.
Las plataformas digitales registradas serán responsables de gestionar las recetas electrónicas y verificar que los profesionales estén habilitados en la Red Federal de Registros de Profesionales de la Salud (REFEPS). «De esta manera, nos aseguramos de que las recetas sean emitidas solo por profesionales autorizados, cumpliendo con los estándares establecidos», explicó el Ministerio.
Además, las recetas electrónicas se almacenarán en repositorios virtuales, permitiendo que las farmacias accedan a ellas de manera directa para la dispensación de medicamentos. Esto significa que los pacientes podrán retirar sus medicamentos en las farmacias presentando su DNI o credencial de obra social, sin necesidad de llevar una receta física.
Los repositorios virtuales deben cumplir estrictos protocolos técnicos y administrativos, asegurando la seguridad y disponibilidad de las recetas almacenadas. También deben contar con mecanismos de respaldo y recuperación en caso de fallas del sistema. «El objetivo es garantizar que el sistema funcione correctamente y proteger los derechos de los pacientes», subrayaron desde el Ministerio.
Aunque la receta electrónica se convierte en el nuevo estándar, las recetas en papel seguirán vigentes en ciertos casos. En zonas de difícil acceso o ante interrupciones en el sistema digital, los profesionales podrán emitir recetas en formato tradicional. Además, las recetas de papel emitidas antes del 31 de diciembre de 2024 podrán ser utilizadas dentro de su período de validez habitual.
La digitalización del proceso de prescripción promete simplificar y agilizar la gestión de medicamentos, reduciendo errores y mejorando la seguridad en el sistema de salud. Si bien la implementación presenta desafíos logísticos y tecnológicos, los beneficios son claros: un sistema más ágil, seguro y accesible para todos los ciudadanos.
