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La vuelta a la presencialidad en las facultades de la UNLP desnudó un problema habitacional que no solo afecta a los estudiantes del interior que deben volver a instalarse en la capital provincial para continuar sus estudios, sino también a las familias de inquilinos con quienes compiten por el acceso a la vivienda.
“Hoy por hoy ya no hay monoambientes o departamentos de una habitación, que es lo que se busca para un estudiante. Puede liberarse ocasionalmente alguno, pero en el mercado ya no hay unidades. Y más allá de los estudiantes, por esto empiezan a escasear los alquileres para las familias también”, explico Anibal Fortuna, presidente del Colegio de Martilleros de La Plata.
El profesional explicó que el fenómeno es multicausal, por un lado por la dolarización de los contratos para estudiantes extranjeros que llegan cada de forma mas masiva frente a los costos prohibitivos de estudiar en sus países de origen, y por el otro la baja rentabilidad de los alquileres en relación al costo de la construcción.
Fortuna aseguró que los inversores hoy prefieren mantener las propiedades vacías y venderlas en el futuro a precio dólar antes que afrontar los gastos de mantenimiento y las dificultades que impuso la nueva ley de alquileres para obtener una rentabilidad baja y en pesos.
En ese sentido el dirigente consideró que es imperiosa una modificación de la Ley de Alquileres y advirtió que hay cada vez mas familias que no pueden afrontar el costo de actualizaciones anuales que superan el 50%, además de que la oferta de departamentos es cada vez mas reducida por la falta de acceso al crédito hipotecario.
“No dudo que en breve va a salir una reforma para la ley de alquileres, porque ahora así como está no fomenta la oferta y terminan perdiendo todas las partes. Hay que dejar que el mercado se regule sólo. El mercado sabe quién puede pagar y quién no puede pagar”, concluyó Fortuna.
