Mundo Profesional
El teléfono, la tablet, la computadora y hasta mirar una serie con la notebook en la cama. Todos estos grandes inventos que creemos que son muy prácticos y cómodos nos traen serios poblemas de postura, que ya tiene nombre oficial.
Desde el Colegio de Kinesiólogos de la Provincia de Buenos Aires salieron a advertir sobre el “cuello de Whatsapp” y el pulgar atascado, problemas que surgen del sobreuso de los aparatos tecnológicos.
“Más del 40 por ciento de las consultas de nuestros pacientes están relacionadas con el uso de la tecnología, tanto en el ámbito laboral como en el hogar” y es común entre los más jóvenes “la presencia de dolencias relacionadas con el uso de smartphones, tabletas o videojuegos”, afirmó David García, especialista en ergonomía, la disciplina que toma en cuenta las posturas en relación a los objetos de nuestro entorno.
Cuello de WhatsApp, o cuello de texto, es una dolencia asociada al uso del teléfono Cuello de Whatsapp, o cuello de texto, es una dolencia asociada al uso del teléfono.
El kinesiólogo explicó que los pacientes “llegan al consultorio con fuertes dolores de espaldas, cuello, hombros y muñecas que claramente se relacionan con el uso constante de los aparatos tecnológicos de comunicación”.
“El uso de la tecnología también influye en incrementar” la falta de actividad física y eso agrava los problemas porque “la principal epidemia de la era moderna es el sedentarismo” al que están vinculadas “la mayoría de las disfunciones músculo esqueléticas”, apuntó el profesional.
Las complicaciones más comunes “son las de la columna alta o columna cervical, lo que se denomina hoy ‘el cuello WhatsApp’ o ‘cuello de texto’, que es la postura de adelantamiento de la cabeza para escribir mensajes y así imprimir una presión antinatural al cuello y a la columna vertebral”.
También mencionó las tendinopatías de la mano (dolor en la cara externa de la muñeca) y de los dedos pulgares que producen dolores agudos, generan inmovilidad y pérdida de fuerza, gran problema para todos aquellos que se la pasan con el mouse de la computadora y escriben demasiado con el teléfono.
García recomendó “establecer un tiempo moderado de exposición a estos elementos, ya que la postura para mandar un mensaje de texto por WhatsApp no es peligrosa”, aunque “nos termina lesionando si la adoptamos todo el tiempo”.
