En argentina, este 8 de agosto se conmemora la fecha en recuerdo a la Psicóloga Beatriz Perosio, primera Presidenta de la FePRA y APBA, secuestrada y desaparecida por la Dictadura Cívico Militar.
El 8 de agosto se celebra el día nacional del psicólogo víctima del terrorismo de Estado en nuestro país con el objetivo de recordar y reivindicar a Beatriz Perosio y a todos los psicólogos y estudiantes de psicología “que supieron asumir el compromiso de su rol como agentes de cambio social, y por eso mismo fueron perseguidos, detenidos, desaparecidos y exiliados durante la dictadura genocida”.
La profesional es reconocida por su militancia, su tarea gremial, la defensa irrestricta de los derechos humanos, “su incansable participación política y por un modo particular de pensar y ejercer la práctica profesional, concibiendo a los psicólogos como transformadores sociales de la realidad, que debían organizarse y dar respuestas desde la disciplina, asumiendo una identidad como trabajadores y trabajadoras de la Salud Mental”, sostuvieron desde el Colegio de Psicólogos de la provincia de Buenos Aires.
Y es que los profesionales expresan que en un contexto político y social “en donde se promueve el ‘quehacer psi’ desde las antípodas de una perspectiva comunitaria y de derechos, se vuelve necesario recordar y retomar el trabajo que todos estos compañeros nos legaron”.
De esta manera criticaron duramente al gobierno nacional actual por no ser garante de derechos; “y su posicionamiento como perpetrador de prácticas violentas coartando la continuidad de las políticas de derechos humanos alcanzadas en años anteriores”.
“Ante tal panorama es nuestra responsabilidad, como trabajadores y trabajadoras de la salud, no sólo el reclamo de Memoria y la búsqueda de la Verdad y Justicia sino también la construcción de una Salud Mental acorde al paradigma de los Derechos Humanos para todos”.
De esta manera, y como parte de la recuperación de la memoria, llevarán adelante el proyecto “Patio de la Memoria”. Se trata de una intervención con matriculados y estudiantes de psicología con el propósito de “restituir la memoria colectiva de nuestros colegas y estudiantes que fueron desaparecidos y asesinados”, dando lugar a la palabra que “circula, alivia y se resinifica nombrando aquello imposible de decir y transformar el dolor en algo más, que perdure, sirva de testimonio, contribuya a la memoria, la verdad y la justicia; y sobre todo nos recuerda aquello que no debe repetirse “Nunca más”.