Mundo Profesional
Organizado bajo la modalidad de Taller, el encuentro busca que los participantes logren profundizar conocimientos en torno de las diversidades sexuales y la vinculación entre éstas y la futura labor profesional.
La propuesta de un seminario que venga a abordar la temática de las diversidades sexuales y las problemáticas asociadas a esta, viene a cubrir un área de vacancia en la formación disciplinar.
El uso del plural (diversidades) que lleva la denominación no es ingenuo: no se trata de una moda posmoderna en la cual cualquier intento de establecer regularidades es una utopía, sino que se debe a lo que con claridad identifica Ana María Fernandez cuando sostiene que es necesario “desnaturalizar las nomeclaturas” que ya no dan cuenta de “las nuevas formas de resistencia en lo que refiere a sexualidades”.
Tampoco es arbitraria la decisión de unir diversidades con historias de vida ya que sostenemos que esta metodología, junto a otras que utilizamos frecuentemente los trabajadores sociales, es un enfoque que puede aportar mucho al abordaje de la temática.
No se nos escapa la naturalización de una perspectiva heteronormativa y homofóbica que, producto de nuestra socialización, solemos presentar. Estos elementos, que operan como un verdadero curriculumoculto, deberán ser atendidos a la hora de pensar las estrategias pedagógicas a partir de las cuales se desarrollaran los contenidos propuestos. Estos últimos siguen una secuenciación lógica y espiralada que va de lo general a lo particular.
Creemos interesante retomar la llamativa consideración de novedad que se le imprime a la temática de diversidad sexual. Que los profesionales de las Ciencias Sociales nos ocupemos de la diversidad sexual es un buen indicio, una señal de que algunas cosas se fueron modificando en los últimos tiempos.
Esto no significa que una supuesta “nueva sexualidad” haya comenzado a emerger ya que prácticas sexuales que escapan a la heteronormatividad pretendidamente hegemónica hubo siembre (para ello sólo basta con recordar la Antigua Grecia), sino que los cambios sociales o las inquietudes intelectuales implicaron una revisión de marcos teóricos vinculados con el tema.
En todo caso, lo importante es identificar una politización de la sexualidad, ya que el hecho de sostener públicamente una postura, corriéndola de la órbita de lo privado para ubicarla en el espacio analítico de algunas profesiones, implica un proceso de desnaturalización y visibilización que es, a todas luces, político.
