Lo afirmó Aldo Squassi, titular de la cátedra de Odontología Preventiva y Comunitaria de la UBA que hace 35 años realiza prácticas sociales educativas junto a la extensión de la Universidad en Misiones, Chaco y Neuquén.
Alumnos de la cátedra de Odontología Preventiva y Comunitaria de la UBA realizan prácticas sociales educativas. Los alumnos del último año de la carrera deben realizar 210 horas anuales de trabajo con la comunidad como parte de la práctica social curricular, en la materia Atención, Docencia y Asistencialismo (ADA), que pertenece a la cátedra de Aldo Squassi. La materia articula el trabajo docente con los servicios de salud.
Se ofrece la opción de poder trabajar en zonas carenciadas de Capital y Gran Buenos Aires, o participar en los viajes rurales que propone la facultad.
Hace treinta y cinco años que trabajan sobre las mismas comunidades, “aunque a medida que mejora la salud dental de sus pacientes, ampliamos la cobertura hacia más escuelas. La continuidad en los viajes permitió lograr que en las localidades de Misiones donde trabajamos haya índices de salud dental equiparables a Noruega y Finlandia. La atención que brindamos tiene un fuerte componente preventivo, todos los años hacemos aplicaciones de fluoruro y hemos logrado que los chicos sufran en promedio sólo una nueva lesión de caries por año”, afirma Squassi.
El primer viaje a Caraguatay, Misiones, se realizó hace treinta y cinco años. Surgió como consecuencia de un programa solidario de la Escuela Cangallo en la que viajaban padres y alumnos para colaborar con la comunidad local. Lía Pereyra, profesora adjunta en la cátedra Odontología preventiva y comunitaria, participó del viaje como madre. Tras realizar ese viaje y detectar la inmensa necesidad de salud odontológica en la población, incorporó la actividad
Los viajes son costeados, principalmente, por la Universidad de Buenos Aires. Se presentan en una convocatoria de subsidios de la Universidad y a partir de allí consiguen distintos fondos. El costo del transporte es de 200.000 pesos y lo cubre la Universidad. Pero explica que alimentar a todo el grupo también implica un gasto importante, aproximadamente 90.000 pesos. En la actualidad, el Gobierno de la Provincia de Misiones costea los alimentos que luego las madres de los pequeños pacientes cocinan para el grupo de odontólogos voluntarios.
Los viajes se llevan a cabo con consultorios móviles y equipamiento de última generación provistos por la Facultad. Algunos de los materiales que utilizan los provee la misma Universidad y otros son donados por empresas privadas. «Por ejemplo la anestesia la dona CIDUS y los materiales de restauración, COLTEN,» afirma Squassi.