Energía con desechos agropecuarios en Los Pinos

14/11/2017
Conicet

Un equipo de investigadores del CONICET junto a personal de distintas áreas de la Universidad Nacional de Mar del Plata, el INTI, el INTA y el municipio de Balcarce llevan adelante un proyecto para generar energía en la comunidad de Los Pinos utilizando desechos agropecuarios.

Mercedes Echarte es investigadora adjunta del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) con lugar de trabajo en la Estación Experimental Agropecuaria Balcarce del Centro Regional Buenos Aires Sur del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).

Las implicancias del proyecto no sólo es la generación de biogás a través de los desechos de aves y cerdos, o que se unieron el municipio, la academia y la comunidad, o que los colegios de la comunidad presenten proyectos a nivel nacional para replicar la experiencia, sino que, además de todo esto, los habitantes de Los Pinos formaron una Cooperativa para poder darle sostenibilidad en el tiempo, demostrando interés, compromiso, deseo de mejora y apuesta al futuro.

“La vida sin energía no podría ser posible, es indispensable para el desarrollo humano en la actualidad” indicó Echarte.

La matriz energética de la Argentina es en un 85 por ciento petróleo y gas natural, mientras que en la provincia de Buenos Aires el cien por ciento de la energía es importada “no somos generadores de energía renovable y las áreas rurales tienen el mayor problema por el poco acceso a la distribución energética”, afirma Echarte.

El 80 por ciento de los lugares poblados del país son “pueblos rurales”, pero las comunidades van perdiendo cada vez más habitantes por el poco acceso a la energía, las bajas oportunidades laborales en el campo y los bajos ingresos. Al no tener calidad de vida, hay una gran migración a las grandes ciudades.

Al mismo tiempo, en la provincia de Buenos Aires existe la problemática ambiental generada por residuos pecuarios ya que hay poco control del tratamiento de efluentes lo que genera contaminación del agua, del suelo y del aire. Para los productores rurales esto suele ser un gran obstáculo ya que enfrentan multas y riesgos de clausura permanentes.

“La situación de Los Pinos es muy parecida a la de muchas comunidades rurales. Por supuesto, la provincia de Buenos Aires tiene un gran potencial para la cría de animales y hay que apoyar esa actividad. Esto es una forma de ayudar a los productores a resolver la situación de sus residuos de manera favorable para el medio ambiente y la comunidad. La población de Los Pinos genera una gran cantidad de biomasa y faltaba una herramienta que lo transforme en algo útil”, comenta Mercedes.

La planta contará con un biodigestor, que es un recipiente que funciona en condiciones de anaerobiosis, es decir en ausencia de oxígeno. La alimentación es cotidiana con una mezcla de residuos de cerdos y de aves y cuenta con un primer piletón de mezcla donde los residuos se homogeneizan.

A través de una bomba se envía el material al biodigestor, donde permanece entre 20 y 30 días. Luego de esa etapa de degradación de la materia orgánica, se quita el barro semidigerido (que se utiliza como fertilizante). En ese camino se genera el gas que se recupera de la parte superior del recipiente, se acondiciona el gas para uso humano y luego se envía a través de una red a los domicilios para ser utilizado por los vecinos.