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En el marco de la Semana del Parto Respetado, Lorena Ribot, especialista en gimnasia para embarazadas, doula y militante por los derechos de las mujeres a parir en libertad, brindó detalles sobre el concepto de parto respetado.
En diálogo con Radio La Plata resaltó que el lema a trabajar de este año es “en relación a los derechos que tenemos las mujeres, las personas gestantes, y las y los bebés de tener partos y nacimientos respetados, que dignifica respeto por la fisiología, y por el proceso saludable y natural que es parir y nacer”.
“El parto es parte de la naturaleza y de la sexualidad de las mujeres, no puede ser reglado, hay que esperarlo y respetar sus tiempos, ya que cada mujer es distinta a la otra, y tiene un contexto diferente, incluso la misma mujer en sus distintos partos tiene sus contextos y particularidades”, detalló en el programa “Lengua Larga”.
Asimismo, Ribot indicó que desde la medicina hay una “observancia para que el proceso ocurra de manera saludable”. “Según la Organización Mundial de la Salud, el 85% de los partos deberían ser saludables, es decir, que es una cantidad enorme de mujeres que deberían parir sin intervenciones”, detalló.
En esa línea, consideró que “no vale que por las dudas que se complique ese 15% se intervenga al resto de las mujeres, que es lo que está pasando”.
“La mujer llega a un centro de salud, se la separa del acompañante, se la interroga, se la pone en una sala llena de luces, se le pone un suero y se la revisa de manera insistentemente, violando su intimidad”, enumeró y agregó que “la separación de la persona de sus afectos es importante, eso genera una alerta en la mujer, hace q la mujer secrete adrenalina, que es una hormona que inhibe la producción de oxitocina que es la hormona que tiene que suceder en el parto”.
Finalmente, enfatizó que “lo que las mujeres no tenemos es información de calidad, la información que recibimos es la información medica parcial de un parto intervenido, que no es la de un parto fisiológico”. ”Hay que entender que el parto y el embarazo no es un hecho médico, es un hecho de la fisiología de las mujeres”, concluyó la especialista.
