Mundo Profesional
Un verdadero escándalo se desató en el Colegio del Colegio de Ópticos de la Provincia de Buenos Aires, al conocerse a través de las redes sociales las denuncias de varios profesionales que cuestionan a las autoridades por dar de baja convenios con Universidades Nacionales, que serían “idénticos” al que le permitió obtener su título a la actual presidenta de la entidad Judith Pizzati.
En marzo de 2015 dejaron de existir los convenios con las Universidades y centenares de profesionales no pueden matricularse en el Colegio, ni ejercer su profesión, aunque los afectados explicaron que “esto también es a dedo, porque hay mucha gente que por ser amigo de Pizzati está siendo parte de la comisión directiva y la convalidaron el título que a nosotros no nos dejan ejercer”.
Hasta ex integrantes de la Comisión Directiva, que por miedo a represalias profesionales solicitaron reserva de identidad, acusan a la Presidenta de trabajar para “sus propios intereses”, puntualizando Pizzati “aprovechó el momento y una vez que obtuvo el título eliminó la posibilidad del resto de poder ejercer”.
“Te encontrás con un Colegio que no puede defender la salud de la población y no comprende la importancia de resguardar la salud pública; es un mero recaudador que satisface sus necesidades particularidades. Había un diálogo directo con el Ministerio de Salud que nos había designado inspectores para el control de la venta ilegal, y una vez que ésta gestión llegó, dio de baja todo. Es un peligro para el matriculado y para la población en general”, aseguraron los profesionales en diálogo con Mundo Profesional.
Vale aclarar que este portal intentó en reiteradas oportunidades tomar contacto con las autoridades del Colegio de Ópticos para que pudieran explicar su posición y brindar su versión de los hechos, pero los pedidos fueron sistemáticamente rechazados.
Casos testigo
“Por cuestiones económicas dí de baja mi matrícula; cuando comenzó la nueva gestión me dijeron que para re- matricularme tenía que hacer un convenio de post-título con la Universidad Nacional de Buenos Aires, el cual tenía un costo de 1000 dólares. Lo pagué y lo hice pero a la hora de querer re matricularme me dijeron que el convenio se había dado de baja”, contó María José.
Otro de los perjudicados explicó que “hice el convenio y en este momento me encuentro en Juicio, porque perdí mi puesto de trabajo por no poder matricularme. Lo peor de todo es que la señora Pizzatti no tiene título Universitario, solo uno de técnica optómetra brindado por el colegio secundario y un titulito de ocho meses en la Universidad Atlántida Argentina”, aseguró.
