Histórico avance nacional: la UNLP desarrolla el primer satélite que será enviado al espacio

29/06/2020
Ingenieros

La Facultad de Ingenieria de la alta casa de estudios desarrolla un CubeSat con el objetivo de desarrollar transmisores para ser utilizados en la recolección satelital de datos vinculados al medio ambiente.

La Facultad de Ingeniería de la Universidad de La Plata abrió una convocatoria para desarrollar el primer satélite propio de la alta casa de estudios. Se trata de un pequeño instrumento de la categoría denominada “CubeSat”, que puede ser usado para estudiar las características del suelo, analizar el agua, detectar incendios u observar cambios meteorológicos.

El equipo, portátil y de bajo costo, se utilizará en los transmisores del satélite SABIA-Mar (SAC-E) que, una vez en órbita, tendrá como objetivo la observación de la Tierra con aplicaciones prioritarias en el estudio del mar y de costas

El dispositivo, desarrollado por investigadores de la Facultad de Ingeniería de la UNLP, puede aplicarse en los transmisores que envían sus señales en el Sistema Satelital Argentino de Recolección de Datos Ambientales (DCS), a través de plataformas que pueden ubicarse en sitios remotos y de difícil acceso del planeta.

Según indicaron, es un equipo portátil y de bajo costo. Se utilizará en los transmisores del satélite Sabia-Mar (SAC-E) que, una vez en órbita, tendrá como objetivo la observación de la Tierra con aplicaciones prioritarias en el estudio del mar y de costas. Además, puede utilizarse con los transmisores del sistema global Argos y el sistema brasileño (SCD).

Este desarrollo fue realizado por Pedro Rosito, quien se recibió hace un mese de manera virtual como ingeniero electrónico, defendiendo su trabajo final de carrera “Implementación de un sistema de homologación de plataformas transmisoras para los sistemas DCS con aplicación multiplataforma”. El joven profesional llevó adelante la investigación, durante más de un año, bajo la dirección de los ingenieros José Juárez y Adrián Carlotto, del Grupo de Investigación y Desarrollo en Comunicaciones Digitales (GrIDComD).

Según indicó el vicepresidente del Área Institucional de la UNLP y director del CTA, Marcos Actis, la iniciativa pretende lograr la participación de “distintos laboratorios e investigadores” de la casa de estudios. “Lo primero es determinar qué necesidades hay por parte de nuestros investigadores de la observación satelital. Después, preparar la misión, armar el satélite y buscar la posibilidad de socios para lanzarlo”.

En relación a la convocatoria, Sonia Botta, coordinadora del program comentó que “se busca que las propuestas de objetivos se presenten en forma de requerimientos científicos, es decir, los detalles de la información que debería recolectar el satélite para cumplir la misión. Si lo que se quiere probar es un instrumento o si se conoce el equipamiento necesario para realizar las mediciones pertinentes a los objetivos, los requerimientos pasan por el lado técnico”.

Uno de los principales objetivos del proyecto, señaló Actis, es demostrar que la ciencia está “al alcance de todos”. “Estas cosas se pueden hacer. Tenemos capacidad técnica y humana, que es lo principal; necesitamos gestionar y organizar para llevarlo adelante”, enfatizó y remarcó la importancia de seguir apostando al desarrollo de la soberanía espacial.

Los responsables de la iniciativa explicaron que “sabemos cómo armar un satélite por toda la experiencia que tenemos. Sabemos qué es lo que se necesita, pero nos está faltando darle una utilidad al satélite. Por eso es una convocatoria al resto de las facultades de la Universidad, para que nos acerquen qué es lo que creen que se podría hacer. Juntar requerimientos científicos para darle una función”.

“Hoy podemos construir un satélite con sus baterías, su sistema de control, sus paneles solares y una cámara en su interior. Pero nada más de utilidad. En cambio, si lo vinculamos a temas de geofísica, por ejemplo, para medir el campo magnético de la Tierra en determinado lugar, le ponemos un magnetómetro y ajustamos la órbita. O en el campo de las ciencias forestales, si se quiere contar la cantidad de árboles que hay en alguna región, le colocamos el instrumento necesario para eso y ajustamos la órbita.”, resaltó Botta