Hace treinta años se creó el Colegio de Ingenieros de la Provincia de Buenos Aires y Gustavo Iglesias fue uno de los precursores de la Institución. En el distrito de Olavarría, donde el profesional fue presidente, renombraron la sala de reuniones en su honor.
El Colegio de Ingenieros distrito de Olavarría fue la sede de un homenaje más que emotivo en recuerdo a Gustavo Iglesias, que fue su presidente tres periodos, además de tesorero del Distrito y del Consejo Superior.
En la institución se realizó el acto de imposición del nombre Gustavo Carlos Iglesias a la sala de reuniones del edificio del Distrito III ubicado en la ciudad de Olavarría.
En el homenaje participaron el presidente del Colegio de Ingenieros de la Provincia de Buenos Aires, Ingeniero Norberto Beliera, el presidente del Distrito III del Colegio de Ingenieros de la provincia de Buenos Aires Ingeniero Ricardo Ceferino Brassesco y demás autoridades.
En este sentido, Beliera afirmó que hoy “las instituciones las hacen los hombres y en ese sentido este colegio y en particular este distrito le debe mucho a la persona de Gustavo. Ha sido un gran dirigente, a mí me tocó la suerte y el honor de trabajar junto a él en distintas oportunidades de nuestra larga trayectoria. Hemos compartido distintos espacios institucionales”
En este sentido recordó que Iglesias “fue un hombre que luchó mucho por el prestigio de nuestra profesión, por la defensa de nuestros intereses, por el engrandecimiento de esta institución que no es más que una herramienta para defender nuestros derechos”.
“Gustavo ha sido de los fundadores de nuestra institución, a él y a otros le debemos lo que tenemos. Si bien sabemos que nos falta muchísimo camino por recorrer, pero si miramos para atrás, de donde arrancamos, evidentemente algo hemos crecido, gracias al esfuerzo de muchos hombres y mujeres que han trabajado mucho y muy bien”.
En tanto, Gualberto Noseda del Centro de Ingenieros de Bolívar rememoró que “en el año 88 participamos de la primera gestión del Distrito III y ahí comenzó a desarrollar su gran pasión que es la política. Tenía un don que admiraba, su poder de negociación basado en su gran idoneidad, convicción y transparencia”.
“Este reconocimiento está basado en el gran sacrificio personal que hizo por el colegio. Aquí dejó su alma, es por eso que esta placa es más que un nombre,” finalizó.
Por otro lado el presidente del Distrito III del Colegio de Ingenieros, Ricardo Brassesco, afirmó que “poner un nombre significa hacer un reconocimiento, dar una identidad, ver cualidades. Poner este nombre no es una casualidad, así fue que por una propuesta del Consejo Directivo y del ingeniero Pablo Palancar coincidimos que teníamos que ponerle el nombre de Gustavo Carlos Iglesias”.