La reciente paralización de trámites vinculados a la construcción en La Plata abrió un escenario de tensión entre los profesionales del sector y el municipio. El Decreto 2732/25, que suspendió por 30 días la actividad en áreas clave para la aprobación de obras, generó alarma entre arquitectos, ingenieros y desarrolladores. Pero uno de los pronunciamientos más sólidos provino de la Subcomisión de Ingeniería Civil del Colegio de Ingenieros de la Provincia de Buenos Aires – Distrito V, que no solo expresó su rechazo a la medida sino que también presentó una batería de propuestas técnicas para mejorar el nuevo Código de Ordenamiento Urbano y Territorial (COUT) actualmente en debate.
Según informó Mundo Profesional, la Subcomisión manifestó “grave preocupación y profundo rechazo” ante la suspensión temporal de trámites esenciales como consultas urbanísticas, certificaciones técnicas y habilitaciones administrativas. Para los ingenieros, la medida “afecta directamente el derecho al trabajo” y profundiza un clima de inseguridad jurídica, en un momento donde la ciudad necesita reglas claras para sostener inversiones, actividad y empleo.
Un COUT polémico y con representación discutida
El conflicto ocurre mientras avanza la discusión del nuevo Código de Ordenamiento Urbano y Territorial, impulsado por el Ejecutivo municipal tras la disolución del histórico CUOT. Como se difundió en distintos medios, numerosos colegios profesionales y entidades técnicas cuestionaron que el nuevo COUT —de base más académica y menos profesional— haya excluido a sectores clave como agrimensores, técnicos y desarrolladores urbanos. La preocupación central es que, sin una participación adecuada de los actores que intervienen directamente en la ejecución de las obras, el código pueda quedar desconectado de la realidad técnica de la ciudad.
La Subcomisión de Ingeniería Civil del Distrito V señaló un problema adicional: si bien el Colegio integra formalmente el COUT, sus representantes no participaron en la redacción final del articulado que el Ejecutivo elevó al Concejo Deliberante. Esa exclusión, afirman, es especialmente grave porque el nuevo Código definirá indicadores, parámetros de densidad, alturas, reservas urbanas, infraestructura y condiciones para la radicación de servicios, elementos que determinan de manera directa la tarea cotidiana de los ingenieros.
Pese a ello, la Subcomisión reafirmó su compromiso de seguir participando en las instancias formales del COUT, aportando análisis técnicos y defendiendo “el ejercicio responsable de la ingeniería y el desarrollo equilibrado del territorio”.
Junto con su posicionamiento público, la Subcomisión presentó un documento detallado —al que tuvo acceso este medio— con una serie de propuestas de modificación al proyecto de Código, orientadas a mejorar la racionalidad, coherencia y viabilidad de la normativa urbanística. El objetivo, explican, es que el ordenamiento territorial se apoye en criterios técnicos claros, favorezca la previsibilidad jurídica y promueva un desarrollo urbano sustentable.
Entre las propuestas más relevantes se destacan:
1. Relación entre FOT, densidad y alturas
Los ingenieros plantean que el Código debe establecer una correlación directa entre densidad poblacional y altura edificable, vinculada al FOT en cada zona. Proponen niveles acordes al tejido urbano:
10 niveles para zonas con 1000 hab/ha,
8 niveles + premios para áreas con 800 hab/ha,
6 niveles + premios para 600 hab/ha,
4 niveles para 400 hab/ha, y
3 niveles para 300 hab/ha.
El objetivo es evitar inconsistencias y favorecer una evolución homogénea del tejido, sin distorsiones normativas.
2. Eliminación del CUF
Otra propuesta clave es eliminar el Coeficiente de Uso del Factor (CUF), considerado un indicador redundante y “distorsivo”, dado que la densidad ya cumple esa función. Según la Subcomisión, el CUF genera trabas innecesarias y desalienta la actividad privada sin mejorar la calidad urbana.
3. Incentivos claros en reserva urbana
El documento propone definir mecanismos de premiación en indicadores urbanísticos para desarrollos en zonas de reserva urbana, siempre que estos incorporen infraestructura o servicios esenciales. La lógica es sencilla: premiar a quien aporte desarrollo real al territorio.
4. Urbanizaciones cerradas sin bloquear trazas
Se sugiere permitir urbanizaciones cerradas solo si no interrumpen las prolongaciones de calles, contemplando a la vez soluciones para lotes interiores con circulación interna, frecuentes por motivos de seguridad.
5. Cocheras y criterios racionales por tipo de lote
Para lotes de más de 12 metros de frente, se propone un criterio razonable de cocheras vinculadas al tipo de unidad funcional:
0.5 para monoambientes,
0.75 para 2 ambientes,
1 para 3 ambientes o más.
En lotes más angostos no sería obligatorio, pero se otorgarían premios urbanísticos si se incorporan.
6. Alturas máximas y parámetros constructivos
La Subcomisión propone:
elevar la altura de la planta baja,
admitir una tolerancia del 10% por nivel,
revisar la obligatoriedad del reservorio pluvial, pasando a un esquema de incentivos,
y eliminar la imposición de cámaras de transformadores en propiedad privada, trasladándolas a espacios públicos según planificación de servicios.
7. Criterios para ascensores y accesibilidad
Sugieren exigir dos ascensores cuando se superen:
10 paradas,
60 habitantes o
33 metros de recorrido útil.
Se mantiene la redacción base de la ordenanza vigente.
8. Premios por sustentabilidad o aportes urbanos
Se promueve premiar en FOT, densidad y altura a proyectos que:
incorporen cocheras en lotes angostos,
reduzcan el FOS a menos de 0.6,
incrementen la superficie promedio por unidad,
provean servicios en zonas de reserva o subcentros.
El espíritu es alentar proyectos de mayor calidad constructiva, mejor relación con el espacio verde y aporte real al entorno.
9. Nodo logístico estratégico
Los ingenieros también incorporan una visión territorial más amplia: señalan la necesidad de fortalecer el nodo logístico en el cruce de las rutas 2, 6 y 215, zona estratégica para un eventual futuro aeropuerto y polo de servicios.
Hacia un debate con mayor participación técnica
El aporte de la Subcomisión llega en un momento crítico: mientras La Plata discute nuevas reglas urbanísticas, el sector profesional atraviesa un freno administrativo que afecta proyectos, empleos e inversiones. En este marco, la ausencia de un posicionamiento más visible de la presidencia del Distrito V generó inquietud interna, reforzando el pedido de los ingenieros civiles para que su voz técnica tenga mayor peso en el debate.
El desafío para las autoridades municipales será integrar estas propuestas en un Código más equilibrado, técnicamente sustentado y compatible con la realidad del mercado y de las necesidades urbanas de la ciudad. Para los ingenieros, el camino es claro: La Plata necesita reglas estables, participación profesional efectiva y una planificación urbana que responda a criterios objetivos, sostenibles y verificables.
La discusión recién empieza, pero el aporte técnico ya está sobre la mesa.
Mundo Profesional
