Bajo el cumplimiento de estrictos protocolos de seguridad y con una limitada cantidad de pacientes por jornada, los kinesiólogos reabrieron esa semana sus consultorios en los distritos del AMBA, convirtiéndose en una de las pocas actividades en alcanzar la «nueva» normalidad en el marco del aislamiento social.
“Todos los turnos son previamente programados de forma telefónica. Se atiende a dos personas por turno y como profesionales de la salud garantizamos a los pacientes los cuidados necesarios”, explicó en ese sentido Juan Orta, presidente del Colegio de Kinesiólogos de la provincia (COKIBA).
El profesional reconoció que la aplicación de una protocolo sanitario encareció el costo de la atención, pero remarcó que los kinesiólogos, al menos por ahora, no le trasladaron ese aumento a los pacientes mientras negocian con las obras sociales para que se hagan cargo de cubrir al menos una parte de esos gastos.
De todas maneras Orta resaltó que «lo mas importante fue que pudimos reencontrarnos con nuestros pacientes para retomar e iniciar tratamientos» que se desarrollaran cumpliendo todos los protocolos de seguridad sanitaria.