Mundo Profesional
Durante el tiempo que duró los debates en ambas cámaras de Congreso nacional, sobre la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), se pudieron dar cuenta no sólo de las posiciones antagónicas, sino de la necesidad de educar para transformar la realidad.
En la lucha feminista por hacer conocer las problemáticas de los abortos clandestinos, se habló de la utilización de un medicamento en particular, el misoprostol, que en Argentina incluso tiene hasta su propio libro para utilizarlo como método abortivo.
Tras la decisión del Senado de desaprobar la ley de IVE, la Autoridad Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología (ANMAT) autorizó a Laboratorio Domínguez a producir el medicamente en una concentración que pueda ser utilizado con fines gineco-obstétricos, aunque por el momento sería sólo para uso hospitalario.
Según el comunicado de la ANMAT, el Misop 200 es una especialidad medicinal que se encuentra autorizada “en forma farmacéutica comprimidos vaginales, en una concentración de 200 mcg, bajo la condición de venta bajo receta archivada – uso institucional y hospitalario exclusivo”.
