La Coordinadora de Cajas de Previsión y Seguridad para Profesionales de la República Argentina ha emitido una serie de recomendaciones para identificar y prevenir el estrés laboral, un fenómeno que, aunque ampliamente reconocido, sigue siendo subestimado en sus efectos sobre la salud y el rendimiento de los profesionales.
El estrés laboral es una realidad en aumento, impulsado por las crecientes exigencias de las distintas profesiones. Según estadísticas recientes, un número significativo de profesionales experimenta este estado de manera constante, naturalizando sus síntomas y continuando con sus obligaciones, sin ser plenamente conscientes del desequilibrio que esto genera en su salud.
El estrés laboral se desarrolla en tres fases claramente identificables:
- Fase de alarma: Es breve pero intensa, caracterizada por síntomas como taquicardia, hiperventilación, hipertensión arterial y ansiedad.
- Fase de resistencia: Cuando el estrés se prolonga, la persona desarrolla mecanismos de adaptación y resistencia activa, lo que puede llevar a la naturalización de los síntomas.
- Fase de agotamiento: Finalmente, los recursos fisiológicos se agotan, lo que lleva al colapso y a la aparición de síntomas de diversa magnitud.
El impacto del estrés en el ámbito laboral es significativo. Entre los síntomas se encuentran el agotamiento, la apatía, la depresión y la disminución de la capacidad de concentración. Estos síntomas no solo afectan la calidad del trabajo, sino que también pueden desencadenar alteraciones emocionales como ansiedad, irritabilidad y tensión, además de generar sentimientos de soledad, culpa y baja autoestima.
La Coordinadora advierte que el estrés prolongado puede llevar a problemas más graves, como insomnio, dificultades en las relaciones sociales, consumo excesivo de drogas o alcohol, y hasta la posibilidad de accidentes laborales. En el entorno de trabajo, estos síntomas pueden manifestarse en relaciones laborales deterioradas y una falta general de satisfacción profesional.
La prevención es clave para evitar que el estrés laboral se convierta en un problema crónico. Entre las medidas recomendadas se encuentran:
- Mantener una dieta equilibrada y realizar ejercicio físico regular.
- Establecer una clara desconexión al final de la jornada laboral y asegurarse de tener un sueño de calidad.
- Implementar pausas activas durante el trabajo para recuperar energías y reducir la fatiga.
- Asegurar un ambiente laboral saludable que minimice el impacto del estrés.
Además, la Coordinadora enfatiza la importancia de un tratamiento precoz y oportuno, supervisado por especialistas, para mitigar los efectos del estrés laboral. La adquisición de técnicas para manejar el impacto del ejercicio profesional es crucial para preservar la salud y evitar consecuencias mayores. En algunos casos, recomiendan cambios sustanciales en las condiciones laborales como medida necesaria para superar el estrés.
En conclusión, la Coordinadora destaca la necesidad de tomar en serio el estrés laboral y su impacto en la vida profesional, promoviendo un enfoque preventivo y un tratamiento adecuado para garantizar el bienestar de los profesionales en todas las áreas.