Mundo Profesional
Frente a la tendencia de «humanizar» a los animales domésticos atribuyéndoles emociones, características y comportamientos propios de las personas, el Colegio de Veterinarios alertó que esta conducta puede tener consecuencias perjudiciales para el bienestar y la libertad de las mascotas.
Cuando un animal es humanizado, se restringe su capacidad de expresar conductas propias de su especie. Por ejemplo, se les impide oler a otros animales, revolcarse en el pasto o escarbar para esconder objetos. En cambio, se les asignan acciones como celebrar cumpleaños, vestir ropa o consumir alimentos no adecuados para su raza y especie.
Expertos del Colegio de Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires advirtieron sobre los riesgos de esta práctica. En el 90% de los casos, los animales humanizados experimentan un gran estado de ansiedad, que puede manifestarse en forma de miedo, fobias, pánico e incluso síndromes convulsivos. Los problemas de conducta que presentan los animales muchas veces son resultado de una relación inadecuada con sus dueños, basada en la humanización.
La humanización de los animales también tiene implicaciones económicas. La industria de las mascotas mueve millones de dólares en nuestro país, con una amplia gama de productos y servicios destinados a satisfacer las necesidades de estos animales «humanizados». Desde empresas de traslado, alimentos especializados, joyas exclusivas, perfumes y hasta membresías en clubes de fútbol, existe una amplia oferta que promueve la humanización de los animales.
Sin embargo, es fundamental recordar que los animales de compañía son seres de una especie distinta a la nuestra, con sus propias necesidades y comportamientos naturales. La Dra. María Paz Salinas, veterinaria especialista en Etología Clínica, destaca la importancia de brindar un entorno favorable para que los animales puedan expresarse como lo que son y satisfacer sus necesidades propias de su especie.
Es responsabilidad de los dueños y profesionales veterinarios especializados en conducta animal promover un enfoque basado en el respeto y la comprensión de la naturaleza de los animales. Al incorporar un animal a la familia, es crucial garantizar una tenencia responsable y recibir la información adecuada sobre las necesidades y características de la especie.
Recordemos que nuestros animales de compañía pueden formar parte de la familia sin dejar de ser ellos mismos, nuestros fieles compañeros de vida. Debemos vincularnos con ellos desde la libertad y el respeto, garantizando su bienestar físico y mental, y permitiéndoles vivir de acuerdo con su esencia animal.
