En los últimos años, la cantidad de adolescentes que asisten a los consultorios de fonoaudiólogos platenses creció de manera significativa: si hace cinco años apenas el 20% de quienes consultaban a estos profesionales tenía menos de 25 años de edad, actualmente esa franja de edad representa un tercio del total de las consultas.
“La clásica salida nocturna, que es un combo de factores de riesgo como la sobrecarga vocal, exposición a sonidos de alta intensidad emitiendo la voz en forma elevada en esos ámbitos, sin la educación y el entrenamiento técnico adecuados, el tabaquismo, la temperatura del lugar y los cambios bruscos de ambiente”, son algunos de los factores que explican los trastornos de la voz cuando se presentan en jóvenes de menos de 25 años, según explica Claudia Díaz, integrante de la comisión de la Voz de esa entidad.
Entre los trastornos más comunes por los que consultan los jóvenes platenses se cuentan los esbozos nodulares, los nódulos, pólipos, edemas y la hiperfunción laríngea.
Así se desprende del estudio, que se basó en más de 1.200 consultas realizadas en lo que va del año en los distintos centros de atención pública y privada de la Ciudad.
A esos factores asociados a la salida nocturna se agregan otros, tales como los emocionales, químicos y biológicos, que interfieren en muchos casos, como los conflictos familiares, estrés, alergia, falta de hidratación, reflujo gastroesofágico y, además, la mala postura corporal”.
El problema que destacan los profesionales es que los adolescentes expuestos a los factores de riesgo derivados de la salida nocturna se van acostumbrando en los cambios que ocurren en su voz y los van naturalizando.
Las dificultades empiezan, entonces, a la hora de integrarse a la vida laboral, profesional o universitaria y descubren que la voz ya no les resulta eficiente para la demanda que de ella se tiene.
Los profesionales destacan la importancia que tiene la identificación de los factores de riesgo y la presencia de un adulto que advierta cualquier modificación para una prevención o un tratamiento más eficaz.
La duración de la rehabilitación por un trastorno de la voz como los mencionados va a depender del momento en que se hace la consulta, del tipo de cuadro presentado, de la disposición y trabajo del paciente y de la posibilidad de modificar las conductas nocivas que llevaron a la instalación del problema, explicaron en el Colegio de Fonoaudiólogos.