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Así lo definió el titular de la Federación de Psicólogos de la Nación, José Alberto Muñoz, quien además sostuvo que estas prácticas son contrarias a la dignidad humana.
La terapia electroconvulsiva, también conocida como terapia por electrochoque, es un tratamiento psiquiátrico en el que se inducen convulsiones utilizando la electricidad. Esta práctica se utiliza hoy día con mayor frecuencia para tratar cuadros de depresión mayor que no han respondido a otros tratamientos; sin embargo también se la usa para tratar la manía, catatonia, esquizofrenia y otros trastornos mentales.
Sin embargo, este electroshock que genera es a fin de inducir convulsiones, por lo que ya que con una aplicación de la Ley de Salud Mental en el país, desde la Federación de Psicólogos de la República Argentina rechazan este tipo de terapias.
Las mismas constituyen “una práctica contraria a nuestra legislación”, expresó el titular de la Federación de profesionales, José Alberto Muñoz en una nota de opinión en Télam. Allí, recordó que en 1991, la Asamblea de Naciones Unidas comunicó los ‘Principios de Naciones Unidas para la protección de los enfermos mentales y el mejoramiento de la atención en salud mental”, donde claramente estas terapias son contrarias a la legislación vigente.
De esta manera desde el Fepra se preguntan, “¿de quién tenemos que proteger a las y los usuarios de los servicios de salud mental?”. La respuesta posible que desliza su titular es “del poder discrecional que se pudiese ejercer sobre ellas y ellos, de la falta de respeto a la dignidad de las personas, de su negación de condición de ciudadanos”.
Sucede que para el profesional, se reconoce que la técnica tiene efectos secundarios como “alteraciones cerebrales permanentes producto de pérdida neuronal y otros desórdenes, psicológicos, neurológicos y químicos”, por lo que estas prácticas “evaden las normas que prohíben las torturas y tratos crueles”.
Ante esto, el psicólogo sostuvo que esta terapia “invasiva e invalidantes están en las antípodas de los estánderes de derechos humanos y salud mental que garantiza la Ley 26.657 de aplicación obligatoria en todo el territorio nacional”, por esta razón y “ante la débil cientificidad de dicha técnica” el Órgano de Revisión de la Ley de Salud Mental a través de la resolución 17 del año 2017 recomienda su prohibición.
Es por todo esto que la Federación “expresa su oposición a la aplicación de esta y cualquier otra técnica deshumanizante que no se corresponden con los paradigmas que bregan por la dignificación de las y los usuarios de salud mental”, finalizó Muñoz.
