Odontólogos en lucha realizaron la primer asamblea

20/03/2018
Odontólogos

El sábado se realizó la primera Asamblea de Odontólogos en Lucha de la Provincia de Buenos Aires, agrupación nacida hace dos años impulsada por profesionales que ejercen su trabajo diariamente.

La agrupación nació hace tan sólo dos años, impulsada por profesionales que ejercen su trabajo diariamente. Conocedores de toda las problemáticas que afectan tanto a los trabajadores como a los pacientes y ante la falta de soluciones por parte de las instituciones que los representan, después de más de veinte años lograron armar listas opositoras y democráticamente lograron después de muchas dificultades alcanzar la dirección de tres distritos de la provincia.

La primera asamblea contó con 150 odontólogos, muchos llegados desde el interior del país tras atravesar muchos kilómetros para asistir.

Una vez hecha las presentación, expusieron las actuales autoridades de los OELA , todos los proyectos y objetivos actuales y ya algunos objetivos logrados. Limitados actualmente en muchas cosas por no ser mayoría en la provincia.

Los más jóvenes denunciaban Precarización laboral, situaciones de abuso en las exigencias de trabajo por parte de empresarios dueños de clínicas. Malos salarios que imposibilitan realizar los aportes obligatorios a la Caja de jubilación y al COMEI (obra social obligatoria) haciendo que muchos jóvenes recién recibidos deban correr de una clínica a la otra para llegar a fin de mes.

Profesionales con consultorio propio denunciaban la desigual competencia que sufren ante capitalistas que invierten sólo como un negocio en las cadenas de clínicas de salud bucal, realizando publicidad ilegal, excesiva y con un capital para marketing imposible de competir para el colega trabajador que está todos los días ocho horas en su consultorio .

Muchos otros sumaban a sus reclamos los aranceles bajísimos que pagan las obras sociales, muchas con retraso y como en el caso de IOMA dejando a gran parte con solo un 70 % saldado después de meses de retraso, imposibilitando a cualquier profesional poder cubrir los gastos mínimos de mantenimiento (alquiler, luz, impuestos, más reposición insumos materiales) exponiéndolo a no poder brindar la atención que se merece el afiliado de cualquier obra social.