¿Parteras y doulas ó ejercicio profesional?

08/08/2018
Obstétricas

Un proyecto pone en riesgo la posibilidad de realizar partos domiciliarios y plantea delimitar los alcances del ejercicio de la obstetricia. En este sentido, Federico Nazar, referente de la campaña en contra de este proyecto, fue repudiado por el Colegio de Obstétricas de la Provincia de Buenos Aires.

Bajo el número de expediente 2070-D-2018 y con la firma de los diputados Carmen Polledo, Eduardo Amadeo y Sergio Wisky, la iniciativa plantea delimitar los alcances del ejercicio de la obstetricia. En ese afán, restringen toda actividad relacionada al acompañamiento pre y post parto sólo a quienes tienen un título de obstetra.

De esta manera, las mujeres embarazadas ya no podrán elegir parir en sus casas con el acompañamiento de parteras, doulas y puericultoras, ya que esto no será legal de aprobarse el proyecto. Sólo podrán parir en un hospital, expuestas a la posibilidad de recibir violencia obstétrica y que no se acate a la ley de Parto Respetado.

Esto genera gran controversia ya que el Parto Respetado es una conquista en la soberanía de los cuerpos de las mujeres y todas las personas gestantes: el derecho a elegir cuándo, cómo y con quién parir; alguien que defiende esta postura y es referente de la campaña en contra del proyecto de Polledo es Federico Nazar Moralnet.

En este sentido, desde el Colegio de Obstétricas de la Provincia de Buenos Aires repudiaron los dichos de Nazar y le enviaron una carta de documento porque “descalifica gravemente a la profesión y muestra un desconocimiento de la formación y rol de las/os profesionales obstétricas/os”.

Entre los puntos que el Colegio de Obstétricas aclara nuevamente que “practicar el aborto, no es un alcance profesional de las Licenciadas/os en Obstetricia, como tampoco forma parte de la formación universitaria”

Además las profesionales quieren informar a quienes estén en contra del proyecto que “se informen debidamente acerca de nuestra profesión y visten las universidades que dictan la carrera, que actualmente son 12 en el país y que casualmente cuatro se dictan en universidades católicas; asimismo, cabe aclarar que se tratan de carreras de grado universitario y no de carreras cortas”.

Además rectifican que es agraviante que “nos traten de asesinas seriales, cuando toda nuestra profesión se basa en las funciones de promoción y prevención de la salud y,  gira en torno del cuidado de la vida”.