Mundo Profesional
Crece la preocupación en todo el país entre los profesionales de la Higiene y Seguridad laboral ante el proyecto de ley presentado por la diputada nacional Marcela Pagano, que busca desregular la actividad de los colegios y consejos profesionales. La iniciativa generó un fuerte rechazo en el Foro Federal de Colegios y Consejos de Licenciados y Técnicos en Higiene y Seguridad en el Trabajo, que se desarrolla en la provincia de Tucumán.
Lorenzo Gómez, presidente del Colegio de Higiene y Seguridad de la provincia de Buenos Aires, calificó el proyecto como “una aberración que afecta a toda la sociedad”, y no solo a las instituciones profesionales. En diálogo con CódigoBAIRES, expresó que la medida implicaría un retroceso alarmante en los mecanismos de control y habilitación profesional, al permitir que personas sin formación adecuada ejerzan libremente. “Podemos volver a una realidad en la que haya profesionales truchos”, advirtió, al tiempo que recordó el caso de Giselle Rímolo como ejemplo extremo de los riesgos que esto implica.
Gómez destacó que los colegios cumplen funciones esenciales que el propio Estado les delega, como el control del ejercicio profesional y la capacitación continua, por lo que su desmantelamiento dejaría vacíos difíciles de cubrir. También alertó sobre la intención de crear un nuevo organismo centralizado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, lo cual considera inviable: “El Estado por sí solo no puede controlar a todos los profesionales, y menos si se concentra todo en un ente en Capital”, afirmó. Además, remarcó la contradicción del proyecto con el discurso libertario, ya que implicaría mayor gasto público por la contratación de nuevo personal.
Por su parte, Rodrigo Figueroa, titular del Colegio de Tucumán, sostuvo que los profesionales del sector están “sorprendidos” por este intento de desregulación, pero también valoró la fortaleza del trabajo en conjunto: “Estos espacios entre los colegios nos permiten exponer en conjunto y nos da más fuerza que hacerlo en soledad”, señaló. En ese sentido, fue contundente al rechazar la propuesta: “Para nosotros, que estamos en la diaria, esto no tiene pies ni cabeza porque le da marco a la ilegalidad”.
Tanto Gómez como Figueroa coincidieron en que el rechazo a la iniciativa es transversal y generalizado en distintos colegios profesionales del país, incluso aquellos con décadas de historia y miles de matriculados. Pese a la preocupación, se mostraron confiados en que el proyecto no avanzará en el Congreso debido a su inviabilidad técnica, política y económica.
