Preocupación por los riesgos del «intrusismo» profesional de coachs e influencers

28/04/2025
Nutricionistas

En los últimos años, las redes sociales se han convertido en un escenario donde entrenadores, preparadores físicos, “coachs” e influencers promueven dietas de moda y productos milagro para lograr descensos de peso rápidos o supuestas soluciones alimentarias, sin contar con la formación ni la experiencia necesarias. Este fenómeno, conocido como intrusismo profesional, consiste en llevar a cabo las tareas propias de una profesión sin poseer la titulación ni la capacitación correspondiente. En el ámbito de la nutrición, quienes ejercen de manera ilegal carecen de matrícula provincial y de un título validado por las autoridades académicas.

En la Argentina, la nutrición es una carrera universitaria de grado que exige, para su ejercicio en la provincia de Buenos Aires, la obtención de una matrícula habilitante expedida por el Colegio de Nutricionistas de la Provincia. Según Laura Salzman, presidenta de dicha entidad, la matrícula “garantiza que la persona que atiende cuenta con un recorrido académico y títulos validados”, un requisito fundamental para ofrecer un servicio serio y responsable. Cuando esta normativa se elude, se pone en riesgo la salud de quienes buscan orientación, pues se pueden recomendar prácticas desactualizadas, carentes de respaldo científico o incluso peligrosas.

El intrusismo no sólo deslegitima el trabajo de los profesionales capacitados —que dedican años al estudio y la formación continua—, sino que también socava la confianza de la población en los consejos alimentarios. Para la licenciada Leticia Beatriz Azzaretti (MP 4384), matriculada en San Nicolás, “la actuación de personas sin titulación desprestigia nuestra labor y expone a las personas a riesgos innecesarios, desde carencias nutricionales hasta afecciones más graves”. De hecho, en esa misma ciudad, nutricionistas colegiadas debieron denunciar el caso de una dueña de gimnasio que publicitó en una radio local planes de entrenamiento acompañados de un “plan alimentario” sin contar con la formación requerida.

Ante esta situación, el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires lanzó una campaña de concientización en redes sociales, advirtiendo sobre las consecuencias del intrusismo: desinformación, prácticas no basadas en ciencia y, en último término, lucro con productos de eficacia dudosa. Para reforzar el control, la institución puso a disposición de la comunidad un canal de denuncias por correo electrónico (ejercicioprofesional@nutricionistaspba.org.ar) y un portal exclusivo para colegiados, con el fin de recoger reportes de irregularidades y actuar con rapidez.

El mensaje de las autoridades es claro: sólo un profesional matriculado posee la garantía de un abordaje ético, responsable y científicamente fundamentado. Tal como enfatizó Salzman, el objetivo es “construir entornos profesionales seguros y proteger la salud de toda la población bonaerense”. De este modo, se refuerza la importancia de recurrir siempre a nutricionistas habilitados, evitando atajos que, más allá de su aparente atractivo, pueden costar caro en bienestar y salud.