El Colegio de Trabajadores Sociales de la Provincia de Buenos Aires (CATSPBA) está inmerso en un proceso de reforma de su Código de Ética, y para tal fin la Comisión de Ética y Derechos Humanos desarrolló un documento preliminar que busca trascender la visión disciplinaria del código, enfocándose en valores éticos críticos y reflexivos que respondan a los desafíos actuales de la profesión.
La iniciativa surge de una revisión crítica de la historia reciente del Colegio, marcada por una gestión que, en 2011, cuestionó la rigidez de la interpretación ética centrada en sanciones disciplinarias, especialmente relacionadas con deudas en el pago de matrículas. Esta revisión llevó a la conclusión de que la ética profesional no debe limitarse a aspectos disciplinarios, sino que debe abordar la reflexión educativa y potenciar la capacidad crítica de los trabajadores sociales.
El cambio de enfoque se evidenció en la revisión de 172 casos del Tribunal de Disciplina hasta 2010, donde el 79% de las sanciones estaban relacionadas con moras en el pago de matrículas. Desde entonces, la Comisión de Ética y Derechos Humanos ha trabajado en documentos que rescatan aspectos éticos y dilemáticos, y se ha propuesto desplazar la perspectiva de «disciplina a ética», promoviendo un abordaje más reflexivo y educativo.
En 2016, se creó la Comisión de Ética y Derechos Humanos, marcando un hito al presentar la ética como un asunto «colectivo y plural». Posteriormente, se propuso cambiar la denominación del Tribunal de Disciplina a «Tribunal de Ética Profesional» en un esfuerzo por ampliar su horizonte y redefinir su función. Esta propuesta fue aprobada por asamblea provincial y forma parte del anteproyecto de reforma de la ley de ejercicio profesional, actualmente en las comisiones de la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires.
El proyecto también busca abordar las condiciones de trabajo y la falta de conocimiento del marco jurídico entre los trabajadores sociales, destacando la importancia de situar la ética en la esfera interrogativa de la práctica cotidiana. Aspira a superar la visión de la ética reducida a aspectos cumplidos o incumplidos, proponiendo una ética crítica y reflexiva que considere los contextos histórico-sociales, económicos y políticos en los que se desarrolla la intervención profesional.
La Comisión de Ética y Derechos Humanos planea llevar a cabo un proceso participativo que involucre entrevistas, consultas, intercambios colaborativos, debates, y encuestas a los matriculados, con el objetivo de recopilar diferentes perspectivas y enriquecer el proceso de reforma del Código de Ética. La meta final es construir un código que refleje los valores actuales del Trabajo Social y promueva un ejercicio profesional comprometido con la autonomía y los derechos humanos.
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