Psicólogos advierte que la pobreza bonaerense es la más alta de la última década

21/06/2019

El Consejo Directivo del Colegio de Psicólogos de la Provincia de Buenos Aires Distrito XII Quilmes realizó un análisis del último Informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina, de la UCA sobre la infancia y desigualdad.

– La pobreza monetaria en la infancia y adolescencia sigue una tendencia en ascenso desde el 2011, que en 2018 alcanza la cifra más elevada de la década: 51,7 %.

– Las infancias del Conurbano Bonaerense, son sin lugar a dudas, las más pobres entre las pobres. En 2018, la pobreza monetaria alcanzó al 63,6% de los niños, las niñas y adolescentes del conurbano, de los cuales el 15,4% son indigentes.

– Otros resultados directos de la pobreza son indicativos de un problema estructural, que claramente se ha agravado en los últimos años. El riesgo alimentario en la infancia se incrementó en el último período interanual, 2017-2018, en un 35%. La proporción de niños/as en hogares que no logran cubrir las necesidades alimentarias de todos sus miembros por problemas económicos, se estima que en 2018 alcanzó al 29,3%, y de modo directo a través de la experiencia del hambre al 13%. Ambas cifras son las más elevadas de la década.

El Licenciado Diego Timpanaro, Presidente del Colegio de Psicólogos de Quilmes expresó que “es muy importante llamar la atención a toda la comunidad sobre esta grave situación que estamos viviendo, donde observamos que hay aspectos del desarrollo humano y social de las infancias, sobre los cuales hoy existe una clara vulneración de derechos”.

Asimismo el titular de los psicólogos quilmeños manifestó que “sería deseable que las autoridades competentes intervengan cuanto antes sobre este asunto que nos interpela como sociedad, en tanto que resulta inadmisible que en nuestra ciudad haya más de 6 cada 10 chicos pobres y el riesgo alimentario crezca cada año”.

Desde el Consejo Directivo del Colegio de Psicólogos de la Provincia de Buenos Aires Distrito XII Quilmes se subraya y destaca el gran trabajo cotidiano que los profesionales de la salud mental vienen realizando ante esta grave situación que afectan a las infancias y adolescencias, y bregan como siempre lo han hecho, por el aporte al diseño e implementación de políticas públicas resolutivas en la materia.