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En el marco del Ciclo de Formación “Desafíos del Rol del Psicólogo sobre las incidencias subjetivas del lazo social actual y sus vicisitudes” el Colegio de Psicólogos de La Plata realizó el segundo encuentro denominado “la dimensión subjetiva del género”.
El Ciclo de Formación es una iniciativa de las comisiones de Derechos Humanos y Género-Diversia, que tiene por objetivo construir herramientas prácticas y conceptuales junto a los colegas y profesionales de disciplinas afines a la psicología, que permitan abordar demandas sociales propias de este malestar de época.
El encuentro de “Dimensión Subjetiva del género”, estuvo a cargo de la Socióloga y Doctora en Historia por la UNICAMP – Brasil, Dora Barrancos y el Lic. en Trabajo Social y Prosecretario Académico de la misma casa de estudios, Néstor Artiñano.
“Lo que nos interesaba era detectar los trayectos de vida de cada uno, y a partir de esto ir viendo los momentos de la infancia, la edad adulta, el trayecto de la escuela, los primeros trabajos y ver qué emergía” afirmó Artiñano, asegurando que “aparecieron cosas que determinan algunos motivos por los cuales estaban presos como el abandono, la soledad, ser testigos de tragedias sociales, abandono escolar, trabajo infantil, muertes tempranas, consumo de drogas y alcohol”.
El Lic. Néstor Artiñano presentó un fragmento de su tesis de doctorado “Masculinidades trágicas” que aborda las trayectorias de vida de los hombres detenidos que han ejercido violencia y abuso en el ámbito familiar.
“Existe una prohibición cultural disimulada, porque por un lado está la prohibición legal y moral, pero a su vez existe una habilitación cultural que dice que la jerarquía masculina y heterosexual es la figura superior en la escala y que el poderío es un atributo de los hombres, entonces ¿cómo se construye la subjetividad masculina bajo estos mandatos si no es través de estos mecanismos de dominación?”, finalizó el prosecretario académico.
En este sentido, Nora Barrancos, realizó un recorrido del componente social e histórico que determina las subjetividades femeninas y masculinas afirmando que “el individuo es una gran construcción social e histórica”. La académica construyó un ejemplo sobre la contención de los impulsos diciendo que “los útiles que usamos para comer son toda una contención, es un acto de depósito sobre el individuo. No es lo mismo comer con los dedos, que comer con tenedor y cuchillo. Hay una construcción paulatina para simbolizar”.
