Mundo Profesional
Cada 10 de diciembre, Argentina celebra el Día del Trabajador Social, una fecha que no solo busca reconocer la labor de estos profesionales, sino también destacar su contribución a la construcción de una sociedad más justa y equitativa.
Esta conmemoración está ligada a un acontecimiento histórico clave: el Primer Congreso Nacional de Servicio Social, realizado en 1961 en San Juan. En este evento se plantearon los fundamentos para la profesionalización del trabajo social en el país y su relación con la promoción de los derechos humanos, un valor profundamente simbólico al coincidir con el Día Internacional de los Derechos Humanos.
El trabajo social es una profesión que actúa en la intersección entre las necesidades individuales y colectivas, promoviendo el bienestar social, la inclusión y el acceso a derechos fundamentales. Los trabajadores sociales no solo intervienen en situaciones de emergencia, sino que también diseñan y ejecutan políticas públicas, generan espacios de contención y contribuyen al empoderamiento de comunidades vulnerables.
Desde hospitales hasta escuelas, pasando por organismos gubernamentales y organizaciones civiles, los trabajadores sociales cumplen un rol clave en ámbitos diversos. Su trabajo va más allá de la asistencia, apuntando a transformar las estructuras sociales que generan desigualdad y exclusión.
En un contexto social caracterizado por crecientes desigualdades, el trabajo social es una herramienta vital para la justicia social. Los trabajadores sociales son agentes de cambio, enfrentando desafíos complejos como la pobreza, la violencia de género, el acceso a la salud y la educación, y las migraciones. A través de su labor, sostienen los valores de la dignidad humana, el respeto por la diversidad y el fortalecimiento del tejido social.
