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La industria de la construcción en Argentina, considerada históricamente como uno de los motores clave para el desarrollo económico, continúa su declive según el último informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Los datos revelan una caída alarmante del 24,6% en febrero en comparación con el mismo período del año anterior, sumándose a una retracción del 2,6% respecto al mes anterior.
El indicador sintético de la actividad de la construcción (ISAC) muestra un panorama sombrío en febrero de 2024 en comparación con el año anterior. Además, el acumulado del primer bimestre del año registra una disminución del 23,1% en relación al mismo período del año previo.
Todos los insumos esenciales para la construcción han experimentado una disminución significativa en febrero. La caída más pronunciada se observó en el asfalto, con un impresionante -64,9% interanual. Otros materiales como el hierro, el hormigón, el yeso y los mosaicos también muestran cifras alarmantes de declive.
Los despachos de cemento, un indicador crucial para la actividad constructora, se desplomaron un 23,5% en febrero. La Asociación de Fabricantes de Cemento Portland (AFCP) advierte que la situación empeorará en marzo, con una caída del 42,9% interanual y un 7,2% respecto a febrero.
La producción de ladrillos, cales y artículos sanitarios de cerámica también registró un retroceso considerable, evidenciando la gravedad de la crisis en el sector.
Además, los permisos de edificación otorgados para obras privadas muestran una disminución del 0,7% con respecto al mismo mes del año anterior, lo que indica una reducción en la actividad de construcción en general.
Las perspectivas para el próximo trimestre no son alentadoras según la encuesta cualitativa realizada a grandes empresas del sector. El 53,6% de las compañías que se centran en obras privadas anticipan que el nivel de actividad se mantendrá igual, mientras que un preocupante 39,1% espera una disminución y solo un 7,3% prevé un aumento.
Para las empresas dedicadas principalmente a la obra pública, la situación es aún más sombría. El 73,0% de estas empresas espera una disminución en la actividad durante el próximo trimestre, evidenciando el impacto de las decisiones gubernamentales, particularmente bajo la gestión del presidente Javier Milei.
Las principales causas señaladas por las empresas para el declive en la actividad incluyen la caída de la actividad económica y la inestabilidad de los precios, así como los retrasos en la cadena de pagos, especialmente preocupantes para aquellas involucradas en obras públicas.
En resumen, la construcción enfrenta uno de los períodos más desafiantes de su historia reciente, con indicadores económicos que reflejan una situación crítica. Las políticas implementadas bajo el gobierno de Javier Milei parecen haber exacerbado esta crisis, dejando al sector en un estado de profunda incertidumbre y preocupación sobre su futuro.
