El lunes 21 de marzo se presentará en Mar del Plata el foro del Hábitat de General Pueyrredón, que tiene como objetivos generar conciencia social y proponer acciones específicas para el mejoramiento del espacio público, la infraestructura de servicios y el patrimonio cultural y natural, entre otros.
El lanzamiento se realizará en la sede del Distrito 9 del Colegio de Arquitectos a partir de las 10 de la mañana y contará con la presencia de representantes de la Defensoría del Pueblo local, y de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la Universidad de Mar del Plata.
«Temas como espacio público, infraestructuras de servicios, el patrimonio cultural y natural, el transporte público, accesibilidad, sustentabilidad ambiental, acceso a todo tipo de derechos englobables en lo que se da en llamar el “derecho a la ciudad” y sus formas de planificación, serán prioritarios para abordar desde este Foro», indicaron desde el CAPBA9.
En el mismo sentido indicaron que «el conglomerado urbano formado por las ciudades de Mar del Plata y Batán, constituye uno de los territorios con mayor inequidad social de nuestro país, que a su vez se encuentra dentro del continente con mayores índices de desigualdad mundial».
La realidad es que en todo el partido de General Pueyrredon, en las últimas décadas hubo una marcada tendencia a avanzar sobre el espacio público. Generalmente, con argumentaciones tendientes a demostrar que el Gobierno no cuenta con recursos necesarios para hacerse cargo del cuidado de dichos espacios, pero con consecuencias demoledoras.
Cuando en 2012 se hicieron las mediciones, en el marco del programa financiado por el BID, se llegó a la conclusión de que había 3.38 m2 de espacio verde por ciudadano, muy por debajo de lo recomendado por la ONU Hábitat y por la Organización Mundial de la Salud, que al menos sugiere un umbral mínimo de 9 m2 de áreas verdes por habitante para garantizar su bienestar.
Dentro de esta falencia ambiental en esa ciudad balnearia se agrega la marcada desproporción entre espacios de calidad o costeros para la centralidad y la ausencia casi total de los mismos en la periferia ahondando la discordancia de los índices recomendados.
“Sabemos que en la última década en este aspecto estamos aún peor, con el avance de distintos intereses sobre lo público, proceso que la pandemia no hizo más que acelerar. Cuando reclamamos por la mayor injerencia del rol del Estado en políticas de sustentabilidad, accesibilidad y de significación ambiental del espacio público, entendemos no sólo de la importancia que tiene para ello la obra pública como generadora de equilibrios ante las inequidades que subrayamos, sino también que esa obra debe ser parte fundamental en la planificación integral de la ciudad donde la coordinación de las administraciones municipales, provinciales y nacionales debe ser más cuidada y efectiva”, apuntaron desde el Foro.
Agregaron que “estamos convencidos de que la forma de comenzar a cambiar estas lógicas es visibilizándolas, exponiendo sus problemas y aportando soluciones, en síntesis, ayudando a generar una conciencia ciudadana que incida sobre las distintas instancias gubernamentales».