Mundo Profesional
La ingeniería agronómica experimenta transformaciones derivadas de la integración de nuevas tecnologías en la práctica agropecuaria. En Argentina y a nivel internacional se destacan diversas aplicaciones que impactan en la productividad y la gestión ambiental.
La incorporación de sistemas de inteligencia artificial en el análisis de la salud del suelo permite la generación de mapas precisos de nutrientes y carbono. La utilización de herramientas basadas en algoritmos facilita el asesoramiento en buenas prácticas de manejo y riego, optimizando el rendimiento de los cultivos.
Por otro lado, el uso de dispositivos conectados mediante el Internet de las Cosas (IoT) y sensores inteligentes posibilita el monitoreo en tiempo real de variables ambientales y del suelo. Este enfoque digital permite gestionar de manera integral las condiciones que afectan la producción, reduciendo tiempos de respuesta ante cambios en el ecosistema.
Asimismo, el desarrollo de robots autónomos para labores en el campo se orienta a superar desafíos en la navegación en terrenos irregulares, lo que posibilita la realización de tareas de precisión sin la intervención directa del operario.
Perspectivas en Argentina
Las instituciones dedicadas a la investigación agronómica han integrado estas tecnologías en proyectos y programas de extensión. Se observan iniciativas que relacionan las técnicas de análisis de datos y la robótica con el sector productivo, con el objetivo de mejorar la eficiencia operativa y gestionar recursos de manera sustentable.
La tendencia apunta a consolidar un marco de integración tecnológica en la agricultura que, mediante la digitalización y la automatización, transforme los procesos productivos y contribuya a la sostenibilidad ambiental.
