Tras el escándalo por la intervención no autorizada en la Rambla de Mar del Plata para pintar una imagen de Néstor Kirchner, desde el Distrito 9 del Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires, advirtieron que esa zona de la ciudad, junto con el Parque de Diversiones, la feria, las marquesinas y las rampas entre otras áreas de la ciudad, se encuetran en estado de decadencia y abandono.
Sobre la intervención artística realizada sobre las baldosas de la plazoleta Almirante Brown, los profesionales indicaron que «no fue ni el mejor lugar ni la forma para hacerlo, sin permiso y sin conocimiento del sustrato poroso donde trabajaron, donde a pesar de usar pinturas lavables para darle un carácter efímero, el objetivo no se cumplió y al intentar removerlo quedó impregnado el solado circundante”.
De todas maneras, los arquitectos recordaron que desde el año pasado vienen reclamando por el estado de los espacios públicos y la falta de políticas públicas en ese sentido, y se lamentaron porque solo una manifestación con «tono político» le dio visibilidad a las situación.
“Hoy la rambla necesita acciones directas quizás no tan mediáticas y sí más concretas, como dotarla de seguridad y vigilancia contra el vandalismo, retirar construcciones agregadas sin permiso como las terrazas de la confitería sobre el lateral del skate park y el acceso a las boleterías del Teatro Auditórium con estructuras de marquesina que no consideran el patrimonio monumental de ese frente”, indicaron desde el CAPBA 9.
El informe incluye material fotográfico que da cuenta del estado de abandono de algunas zonas de la ciudad, por lo que los arquitectos resaltan que “podríamos nombrar más cosas como la Feria debajo del parapeto que mira al mar con techos de membrana y lonas en la postal emblemática de la ciudad, las rampas para dar accesibilidad con pendiente inadecuada o en materiales incorrectos para el frente costero, baldosas rotas y flojas, zonas anegadas por no tener escurrimiento, etcétera. En síntesis, un sector que, desde las obras de la Cumbre en 2005 donde fue puesta en valor integralmente, no ha recibido casi ningún cuidado ni mantenimiento”.
“Creemos que cualquier intervención sobre el patrimonio y el espacio público debe ser cuidadosa, respetuosa, con los permisos necesarios para poder hacerla y con las técnicas y recaudos de su preservación. Por otra parte, exigimos a los distintos estamentos del Estado y a los concesionarios privados que lo regulan, ocupan y lo afectan, los mismos requerimientos y cuidados, algo que por falta de control o por desatender o violar reglamentaciones vigentes dejan a nuestro sector urbano más paradigmático en las condiciones que describimos», agregaron desde el CAPBA 9..
Finalmente indicaron que «nos ocupamos de nuestro patrimonio regional y trabajamos para su concientización y defensa (esta misma semana nos ocupamos del patrimonio natural y forestal y su cuidado en el área). Entendemos que cuando se piensa y administra un sector tan emblemático como este en la ciudad, un icono de referencia para todo el país, no podemos sólo acordarnos de él cuándo hay un hecho relacionado con lo político dejando pasar situaciones graves que afectan de modo permanente nuestro legado patrimonial”.