Una casa aislada con materiales reciclados: el último desarrollo de una arquitecta especialista en ahorro energético

22/06/2017
Investigadores

La investigadora del CONICET, Graciela Viegas trabaja en diversos proyectos cuyo fin es la utilización de energía solar.

En base a la problemática de vivienda de los agricultores familiares del Gran La Plata, Viegas se inspiró para “darle una solución a las condiciones habitacionales sin recaer en gastos imposibles, es por eso que vi en el reciclado de materiales un gran aporte para poder aplicarlos en la aislación térmica de los hogares”, afirmó la investigadora.

Viegas probó con cartón corrugado y luego con film de polietileno roto o sobrante de los invernaderos de las verduras, material que la mayoría de las veces terminaba arrumbado en un rincón del terreno; el resultado: placas de material reutilizado que podrían servir para mantener el calor en las viviendas sin necesidad de invertir en tecnologías imposibles de solventar.

“Mientras en otros países el ahorro energético es política de Estado desde la década del 70, cuando sucedió la crisis del petróleo, en Argentina la aislación térmica de los hogares es un tema olvidado: en general es algo muy caro y que se considera un adicional en la construcción”, afirmó Viegas.

Las técnicas de aislación térmica más conocidas en las viviendas son los paneles de telgopor, de lana de vidrio, poliuretano y lana de roca. La investigadora trabaja en aislaciones térmicas alternativas y en cómo suplir la calefacción de manera natural. Y la solución con la que cuenta está a la vuelta de la esquina, o más bien, sobre todos nosotros: en el astro que ilumina y nos da calor. El sol.

“El material para aislación en las viviendas de los agricultores familiares de La Plata ya está probado, no así el sistema constructivo: el primer prototipo de vivienda con estas placas está en vías de desarrollo. Se haría en una vivienda de emergencia. Y otra alternativa posible podría ser también usar el telgopor de las cajas de electrodomésticos, que en general es un deshecho con el que no se sabe qué hacer”.

El objetivo final: mejorar el material de techos, ventanas, paredes, lo que se conoce como el envolvente de casas y edificios, para ahorrar energía y optimizar toda la que llega del sol y no aprovechamos.