Unidad frente a la desregulación: los Colegios de la región se organizan para defender su rol institucional

07/06/2025
Profesionales

En un hecho inédito por su magnitud, los colegios profesionales de la región capital de la provincia de Buenos Aires alzaron la voz de forma conjunta para advertir sobre las graves consecuencias del proyecto de ley nacional que propone desregular la actividad profesional en todo el país. La iniciativa del Gobierno nacional plantea la eliminación de la colegiación obligatoria, la sustitución de las matrículas provinciales por un registro nacional centralizado en el Ministerio de Capital Humano, y la supresión de los aportes que históricamente han sostenido a las instituciones que regulan el ejercicio profesional.

Frente a este escenario, se conformó una mesa de trabajo que derivó en la firma de un documento conjunto por parte de los colegios distritales de escribanos, ingenieros, arquitectos, martilleros, abogados, agrimensores y técnicos, y que fue dado a conocer por el especialista Leonardo Di Lorenzo en la columna Cuadros Técnicos que se emite por Radio La Plata, donde advirtió que esta reforma “dejaría a la sociedad desprotegida frente al ejercicio irresponsable de muchas disciplinas”.

La voz de los colegios: una advertencia colectiva

“Advertimos que su aprobación implicaría el desmantelamiento de las funciones legales que cumplen los colegios profesionales”, señala el documento, y subraya que la eliminación de estos organismos pondría en riesgo el control ético, la habilitación del ejercicio profesional y la fiscalización de la práctica, afectando directamente la calidad de los servicios que recibe la ciudadanía.

Esta advertencia no surge de un sector en particular, sino de una acción coordinada entre diversas disciplinas que históricamente han tenido un fuerte anclaje institucional y normativo. La reunión clave que dio origen al pronunciamiento se realizó el pasado 4 de junio en la sede del Colegio de Escribanos, y marca un punto de inflexión en la defensa del sistema profesional argentino.

Profesionales sin respaldo, usuarios sin resguardo

Uno de los ejes centrales del reclamo tiene que ver con la seguridad de los ciudadanos frente a servicios que requieren alta especialización. “El gas es letal. Tiene que ser un matriculado el que te revise la estufa”, ejemplificó Di Lorenzo, para mostrar cómo el control del ejercicio profesional tiene un impacto directo en la vida cotidiana. “No hay un ‘después vemos’. Por eso, los colegios tienen esa tarea indispensable e irreemplazable”, remarcó.

Desde su perspectiva, esta reforma no solo debilita el rol institucional de los colegios, sino que deja a los profesionales sin respaldo y a los usuarios sin resguardo. En este punto, fue claro: “Nos van a cerrar los colegios. O los van a dejar sin poder. Sin ingreso, sin caja, sin recursos”.

¿Desregular para bajar costos?

Uno de los argumentos utilizados para promover la reforma es la supuesta reducción de costos para los usuarios. Sin embargo, desde los colegios aseguran que esto no se traducirá en beneficios concretos para la población. “Lo que quieren es quedarse ellos con la caja, con los aportes. No se crean que la matrícula va a ser más barata y que entonces la consulta va a costar menos”, afirmó Di Lorenzo, citando al presidente del Colegio de Médicos de La Plata, Jorge Mazón.

Además, se plantean serias dudas sobre la viabilidad del nuevo esquema de control propuesto. “¿Capital Humano va a controlar a todos los colegios? ¿Con qué personal? ¿Con qué estructura? ¿Quién va a ir a Las Flores a controlar a los técnicos o arquitectos?”, cuestionó el conductor de Cuadros Técnicos, dejando en evidencia la falta de una alternativa operativa realista.

El antecedente del Consejo Asesor Profesional

La articulación entre distintas entidades profesionales no es nueva. Años atrás, en la ciudad de La Plata, funcionó el Consejo Asesor Profesional, una iniciativa que reunió a arquitectos, agrimensores, ingenieros, técnicos, martilleros, escribanos y abogados para asesorar a los poderes públicos y contribuir a la planificación territorial de la capital provincial.

Aquella experiencia, aunque hoy disuelta, dejó como legado la posibilidad real de un trabajo interdisciplinario al servicio del interés público, lo que refuerza el mensaje actual: la defensa del sistema de colegiación no es corporativa, es social.

Un llamado a la ciudadanía

En el cierre de su columna, Di Lorenzo hizo una autocrítica: “Nos faltó la relación con la ciudadanía. Los colegios fueron muy egocéntricos. Hay que explicar esto de forma didáctica, con palabras sencillas. Hay que contarle a la gente que no es el control del profesional, es el control del servicio que recibe”.

En definitiva, la unidad mostrada por los colegios de la región capital es un mensaje claro: la regulación profesional no es un privilegio corporativo, sino una herramienta de garantía pública. Y como tal, merece ser protegida.