El hecho sucedió en Entre Ríos, sin embargo desde el Colegio profesional exigieron la necesidad de concientización sobre el riesgo potencial y la expansión desde el nordeste hacia el territorio bonaerense.
Ante la confirmación de un caso de leishmaniasis visceral humana en una mujer de Concordia, Entre Ríos, “surge la necesidad de concientizar sobre el riesgo potencial de expansión desde el nordeste del país hacia esta zona”, señalaron desde el Colegio de Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires y compartieron recomendaciones para su prevención.
La leishmaniasis es una enfermedad causada por un protozoo del género Leishmania, y transmitido por la picadura de flebótomos (insectos transmisores). Es una de las zoonosis emergentes de estos últimos años en Argentina, que aumenta por las altas temperaturas. Por su naturaleza zoonótica, afecta tanto a humanos como a perros, siendo estos últimos los principales reservorios urbanos del parásito. La enfermedad en hombres produce daños en órganos internos y debe ser diagnosticada y tratada en el menor tiempo posible.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay tres formas principales de leishmaniasis: la visceral –forma más grave, a menudo conocida como kala-azar–, cutánea –la más común– y la mucocutánea. A su vez, agregan que “está vinculada a los cambios ambientales, como la deforestación, la construcción de presas, los sistemas de riego y la urbanización; afecta a las poblaciones más pobres del planeta y está asociada a la malnutrición, los desplazamientos de población, las malas condiciones habitacionales, la debilidad del sistema inmunitario y la falta de recursos”.
“Si bien aún no se han registrado casos en la provincia de Buenos Aires, resulta imprescindible tomar las medidas necesarias de prevención. La enfermedad se ha estado desplazando, desde el año 2006, a partir de focos de transmisión autóctona en Argentina”, expresaron desde la entidad profesional.
Ante esto, desde el Colegio explicaron que “en la provincia de Buenos Aires no se tiene el vector, pero al ser una época de viajes, traslados, y vacaciones, se debe prevenir ya que puede suceder que lleguen perros enfermos de zonas endémicas; por lo que es preciso tomar recaudos ya que podrían darse las condiciones para que comience el ciclo de la leishmaniasis”, advirtieron.
Es por ello que en estos casos, “son necesarias las inspecciones y los bloqueos vectoriales de Leishmaniasis; al igual que para el mosquito del dengue, el Aedes aegypti, se deben preservar las condiciones de sanidad mediante ordenamiento ambiental, limpieza y organización de patios en donde puedan generarse focos de vectores”.
Por otro lado, sostuvieron que “deben reforzarse las medidas de salud pública para reducir las poblaciones del insecto y controlar a los animales domésticos y callejeros, evitar que viajen a zonas endémicas (regulación de las importaciones de caninos) y utilizar con regularidad los collares y pipetas aprobadas por el Servicio Nacional de Salud Ambiental (Senasa)”.
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